Me llamo Suzie y soy madre de Josh, un adolescente de 16 años. Él es diabético desde hace 10 años. 

La adolescencia es un período complejo, tanto para padres como para niños. Es la fase en la que surge la necesidad de autonomía, lo cual es completamente normal. Josh controlaba cada vez menos sus niveles de glucosa en sangre, y no estaba para nada adaptando sus inyecciones de insulina a sus comidas. Al igual que con muchos otros adolescentes, esto llevó a Josh a ser hospitalizado muchas veces por hiperglucemia.

La vida de Josh cambió cuando empezó a recibir ayuda psicológica y a llevar una bomba de insulina. Gracias a esto ha logrado alcanzar la autonomía que necesitaba en su día a día, especialmente cuando hace deporte o cuando sale con amigos o su novia.