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Tratamiento de la hiperglucemia

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Tratamiento de la hiperglucemia

Si te han diagnosticado diabetes, puede que hayas oído hablar de la hiperglucemia, es decir, un nivel alto de glucosa (o azúcar) en sangre. 

Es posible que conozcas las causas y los síntomas de la hiperglucemia, o que tu equipo médico te haya enseñado a controlar tu glucosa en sangre cuando su nivel es alto.

En este artículo te contamos cómo tratar la hiperglucemia una vez detectada, algunas situaciones en las que quizá necesite ayuda para tratar el nivel alto de glucosa en sangre y cómo reducir las probabilidades de sufrir más episodios.

Diagnóstico de la hiperglucemia

Para poder diagnosticar y tratar la hiperglucemia, necesitas reconocer los signos de los niveles altos de glucosa en sangre. Puede que tus síntomas no sean iguales que los de los demás, por lo que es necesario que aprendas a reconocer los tuyos propios.

Percepción de los signos

El primer paso para detectar la hiperglucemia es notar los signos que se manifiestan cuando el nivel de glucosa en sangre es alto. 

Entre los signos de hiperglucemia se incluyen1,2:

  • Sed extrema
  • Necesidad frecuente de orinar 
  • Sensación de cansancio intenso

A medida que la hiperglucemia evoluciona y se hace más grave, también puedes notar cambios en el estado mental, sentirte aletargado y tener problemas para concentrarte o para ver1,2.

Si tienes una enfermedad asociada a niveles altos de glucosa en sangre llamada cetoacidosis diabética, puede que sientas náuseas o vómitos, dolor en el abdomen y taquipnea (respiración rápida)1,2,3.

Comprobación de los niveles de glucosa en sangre

El siguiente paso si crees que tus niveles de glucosa en sangre son altos, es medirlos.

Muchas personas utilizan un glucómetro portátil para analizar una pequeña muestra de sangre y medir la glucosa4. Esta técnica se denomina «monitorización de glucosa en sangre» o MGS. Quizá, tu equipo médico te haya explicado el proceso, ya que la monitorización de la glucosa en sangre frecuente puede guiarte en determinados aspectos del control de la diabetes, como decidir la dosis de insulina a administrar y la ingesta de alimentos4.

Algunas personas con diabetes usan la monitorización continua de glucosa (MCG) para medir sus niveles de glucosa en sangre4. Los sistemas MCG miden los niveles de glucosa en el líquido intersticial (el líquido que rodea el tejido adiposo) por medio de un sensor. Existen dos tipos de sistemas4. El primer tipo de sistema MCG te ofrecerá una lectura continua de los niveles de glucosa en sangre (receptor, aplicación móvil, reloj inteligente o bomba) y puede incorporar alarmas que te avisan cuando te sales del rango4. El segundo tipo indica cuál es el nivel de glucosa en sangre cuando el transmisor del sistema MCG es leído por un lector o teléfono inteligente4.

Otro método para medir la glucosa en sangre del que quizá hayas oído hablar es al análisis de HbA1c4. Es posible que tu equipo médico te haya hablado de este análisis o quizá te hayan extraído sangre para hacértelo en una revisión de la diabetes. 

Sin embargo, el análisis de HbA1c no mide lo mismo que una prueba de glucosa en sangre, sino que se utiliza para evaluar tu control de la glucosa a largo plazo2,3. Este análisis mide los niveles medios de glucosa en sangre durante los tres últimos meses4. A diferencia del glucómetro y del sistema MCG, no indica tu nivel de glucosa en sangre en un momento concreto4.

Tratamiento de la hiperglucemia

Las personas con diabetes de tipo 1 pueden tener episodios de hiperglucemia todos los días2. Esto puede deberse a diversas razones, como no tomar insulina suficiente (si te saltas una dosis o no tomas suficiente para la ingesta de carbohidratos, por ejemplo2). Otros factores que pueden conducir a un nivel de glucosa en sangre alto son el estrés, una enfermedad o el ejercicio intenso2.

Aunque esto pueda resultar frustrante, por lo general no genera una emergencia médica2.

Cómo reducir la glucosa en sangre si tienes diabetes de tipo 1

Los niveles altos de glucosa en sangre se tratan casi siempre con insulina2. Tu equipo médico te puede orientar sobre lo que se consideran niveles altos y bajos en tu caso, para que puedas establecer tus objetivos individuales5.

Por lo que se refiere a la insulina, puedes administrarte dos tipos de dosis: basal y en bolo6

La dosis basal cubre tus necesidades básicas de insulina6. Si te administras la insulina mediante inyección, lo más probable es que lo hagas una o dos veces al día con un tipo de insulina de acción prolongada6. Si utilizas una bomba de insulina, tu dosis basal se compone de insulina de acción rápida que la bomba administra todo el tiempo6.

Otro tipo de dosis se denomina dosis en bolo6. La dosis en bolo es la que te administras para controlar los cambios en tus niveles de glucosa en sangre causados por la alimentación6. También puede utilizarse para reducir tu glucosa en sangre si esta se ha salido del rango objetivo6. Si te administras la insulina mediante inyección, lo más probable es que utilices insulina de acción rápida6. Si utilizas una bomba de insulina, el bolo puede administrarse con una dosis rápida de la insulina contenida en la bomba6.

Tratamiento de un episodio de hiperglucemia

Si estás sufriendo un episodio de hiperglucemia, lo primero que tienes que hacer es administrarte insulina2

Tu equipo médico debe explicarte tu «factor de corrección», es decir, la cantidad de insulina que necesitas para reducir los niveles de glucosa en sangre2.

Si utilizas una jeringa o una pluma para administrar la insulina y tus niveles de glucosa en sangre no responden al cabo de dos horas, puedes administrar una segunda dosis «de corrección»2.

Es importante no administrar demasiadas dosis de insulina, ya que podrías sufrir una hipoglucemia, es decir, niveles bajos de glucosa en sangre. Te recordamos que la insulina tarda entre 20 y 30 minutos en actuar y que mantiene su efecto durante 4 o 5 horas2.

Durante un episodio de hiperglucemia, debes beber mucha agua u otra bebida no carbonatada2.

Además, debes llamar al médico si los niveles de glucosa en sangre siguen siendo altos después de administrar la insulina2.

Qué hacer después de un episodio de hiperglucemia

Después de experimentar un episodio de hiperglucemia, quizá necesites adoptar algunas medidas. 

Para asegurarte de haber controlado bien los niveles de glucosa en sangre, debes medirlos con más frecuencia de lo habitual5.

También puedes reflexionar sobre la cantidad de insulina que debes administrar5. En la próxima conversación que mantengas con tu equipo médico, podéis cambiar la cantidad de insulina que te administras, el momento en que lo haces o el tipo de insulina5.

Como siempre, si te preocupan tus niveles de glucosa en sangre, la dosis de insulina o el tipo de insulina que te administras, coméntaselo a tu equipo médico.

Tratamiento de emergencia para la hiperglucemia

Tratamiento de emergencia para la hiperglucemia

Tratamiento de emergencia para la hiperglucemia

Existen dos grandes emergencias diabéticas asociadas a los niveles altos de glucosa en sangre: la cetoacidosis diabética y el estado hiperosmolar hiperglucémico (EHH)7.

En ambos casos, se experimentan niveles altos de glucosa en sangre y deshidratación7. El tratamiento de ambas emergencias es, en parte, común, aunque puede que en distintas cantidades7:

  • Líquidos. Por lo general, se administran mediante venoclisis7. El objetivo es corregir la deshidratación que ambas emergencias pueden provocar7
  • Insulina. Puede administrarse en una vena mediante infusión fija7. La infusión intravenosa de insulina ayudará a restablecer los niveles de glucosa en sangre normales7.
  • Reposición de electrolitos. Estos síndromes pueden alterar los niveles de las sustancias químicas de la sangre7. Quizá te pongan un gotero que administrará electrolitos como potasio hasta que los niveles recuperen la normalidad7.

Si no te encuentras bien, especialmente si mides las cetonas y su concentración es elevada, debes solicitar asistencia médica.

Cómo prevenir la hiperglucemia

Si has experimentado episodios repetidos de niveles altos de glucosa en sangre o has recibido tratamiento de emergencia, habla con tu equipo médico sobre las formas de mantener los niveles dentro del rango objetivo5.

Quizá tu médico desee hablar contigo para saber si existe algún problema para que tomes los medicamentos prescritos para la diabetes5. Si tomas la medicación correctamente, pero sigues experimentando hiperglucemia, tu equipo puede sugerir cambios en dicha medicación para mejorar el control de la glucosa en sangre5.

Los estudios han demostrado que las personas que mejor controlan su glucosa8:

  • Comprueban con mayor frecuencia los niveles de glucosa en sangre
  • Se saltan dosis de insulina con menor frecuencia
  • Se administran sus dosis en bolo antes de una comida, en lugar de durante la misma o después
  • Practican ejercicio con mayor frecuencia

Si crees que tus episodios de hiperglucemia podrían deberse a dificultades para medir la glucosa en sangre, habla con tu equipo médico sobre el método más idóneo para hacerlo8

La hiperglucemia, o niveles altos de glucosa en sangre, puede dar lugar a complicaciones a corto y largo plazo ➏➐. Con el tiempo, aprenderás a reconocer los signos tempranos de hiperglucemia ➊.

Conociendo tus objetivos de glucosa en sangre y con la ayuda de tu equipo médico, puedes controlar la hiperglucemia y reducir las probabilidades de que los episodios se repitan ➎➏.

Fuentes

  1. Mouri M, Badireddy, M. Hyperglycaemia. StatPearls. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK430900/
  2. JDFR. Type 1 Diabetes High Blood Sugar Symptoms: Hyperglycemia Symptoms. Consultado en agosto de 2022. Disponible en: https://www.jdrf.org/t1d-resources/about/symptoms/blood-sugar/high/
  3. Trachtenbarg, D. E. Diabetic Ketoacidosis. American Family Physician; 2005, 71(9): 1705-1714.
  4. Holt, RIG et al. The Management of Type 1 Diabetes in Adults. A Consensus Report by the American Diabetes Association (ADA) and the European Association for the Study of Diabetes (EASD). Diabetes Care. 2021; 44 (11): 2589–2625.
  5. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Manage Blood Sugar. Consultado en abril de 2022. Disponible en: https://www.cdc.gov/diabetes/managing/manage-blood-sugar.html.
  6. Cooke, DW, Plotnick, L. Type 1 diabetes mellitus in pediatrics. Pediatr. Rev. 2008; 29: 374-385.
  7. Dhatariya, K. Blood Ketones: Measurement, Interpretation, Limitations, and Utility in the Management of Diabetic Ketoacidosis. The review of diabetic studies. 2016;13(4):217-225. doi:10.1900/RDS.2016.13.217.
  8. Simmons, JH et al. Differences in the Management of Type 1 Diabetes Among Adults Under Excellent Control Compared With Those Under Poor Control in the T1D Exchange Clinic Registry. Diabetes Care. 2013; 36 (11): 3573–3577.
  9. Deiss, D. et al. Improved Glycemic Control in Poorly Controlled Patients with Type 1 Diabetes Using Real-Time Continuous Glucose Monitoring. Diabetes Care. 2006; 29 (12): 2730–2732.
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Guía dietética para personas diabéticas: alimentación con diabetes

Guía dietética para personas diabéticas: alimentación con diabetes

Guía dietética para personas diabéticas: alimentación con diabetes

Si tienes diabetes o te han dicho que corres el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, puede que ya sepas que debes prestar mucha atención a todo lo que comes.

Una alimentación saludable es fundamental para alcanzar y mantener los niveles de glucosa en sangre dentro del rango objetivo si tienes diabetes. Una mala alimentación es un factor de riesgo importante para el desarrollo de diabetes de tipo 21,2.

En este artículo te explicamos los fundamentos de una alimentación saludable si tienes diabetes, los alimentos que componen una dieta equilibrada y los que debes tratar de limitar.

Alimentación con diabetes

Existen varios tipos de diabetes2, entre los que se incluyen la diabetes de tipo 1 y de tipo 2, así como otros tipos como la diabetes gestacional y la diabetes hereditaria juvenil de tipo 22

Este artículo se basa en investigaciones que se centran básicamente en la diabetes de tipo 1 y de tipo 2. Si tienes uno de los otros tipos, no es seguro que estos consejos vayan a servirte. Es importante que las personas con diabetes comenten los cambios que tienen previstos en su dieta con su equipo médico o con un dietista.

No hay dos personas con diabetes iguales, por lo que tampoco existe una dieta universal. Cada uno tiene sus propios rangos objetivo de glucosa en sangre a los que debe ajustarse lo máximo posible y que pueden variar en función de la edad, el estado de salud y otros factores3. El mantenimiento del rango objetivo a lo largo del tiempo ayuda a retrasar o prevenir complicaciones, como cardiopatías, problemas de visión o nefropatía1,2

El control de la glucosa en sangre requiere un delicado equilibrio entre los alimentos y las bebidas que ingieres, el ejercicio que practicas y los efectos de los medicamentos que tomas4. Puede que creas que para permanecer en el rango objetivo tienes que dejar de comer lo que te gusta, sin embargo, con un poco de planificación, podrás seguir haciéndolo4.

Si te cuesta elaborar un plan alimenticio que te proporcione una dieta equilibrada, o si los alimentos que comes están aumentando tus niveles de glucosa en sangre, te recomendamos que visites un dietista4. Este puede ayudarte a elaborar planes alimenticios personalizados adaptados a tus necesidades4.

Está de sobra comprobado que un tratamiento médico nutricional, por lo general de un dietista acreditado, diseñado para optimizar los niveles de glucosa en sangre reduce el riesgo de cardiopatía e ictus5.

Los beneficios de una buena alimentación para la diabetes

Una dieta variada y saludable tiene muchos beneficios para las personas con diabetes, especialmente si se combina con la práctica de ejercicio varias veces por semana4

Algunos de estos beneficios son4:

  • Mantener los niveles de glucosa en sangre dentro del rango objetivo
  • Controlar la presión arterial
  • Mantener un buen nivel de colesterol
  • Adelgazar o mantener un peso saludable
  • Prevenir y retrasar problemas relacionados con la diabetes
  • Sentirse bien y tener más energía

¿Cómo es una dieta equilibrada y saludable?

Comer las cantidades adecuadas puede ayudarte a controlar buenos niveles de glucosa en sangre y el peso4. Tu equipo médico te ayudará a calcular cuánto puedes comer y cuántas calorías incluir en tus comidas4.

La clave de una alimentación saludable es incluir una variedad de alimentos de todos los grupos4. Estos grupos son4:

  • Tubérculos, legumbres y verduras ricas en almidón, como patatas y guisantes
  • Verduras sin almidón, como zanahorias y verduras de hoja verde
  • Frutas, como naranjas, manzanas y bayas
  • Cereales (como mínimo 50 % de cereales integrales) que se encuentran en el pan y la pasta
  • Proteínas, como carne magra, huevos, pescado y frutos secos
  • Lácteos, que incluyen leche y yogures desnatados o semidesnatados

Puede que al principio te cueste introducir cambios en la dieta; lo mejor es empezar con cambios pequeños y pedir ayuda a tus familiares, amigos y equipo médico4.

Consejos para comer bien con diabetes

Existen muchas formas de comer bien con diabetes. Con el tiempo, irás descubriendo alimentos que te gustan y aprendiendo a organizar el control de la diabetes en torno a las comidas y tu estilo de vida.

Existen algunas pautas para seguir una dieta saludable que te ayude a controlar los niveles de glucosa en sangre3,4. Por ejemplo:

  • Tomar las comidas siempre a la misma hora3
  • Elegir alimentos bajos en calorías3
  • Evitar alimentos ricos en grasas saturadas o trans, azúcar o sal3
  • Beber agua, en lugar de zumos o bebidas carbonatadas3
  • Elegir fruta, en lugar de algo dulce3
  • Tratar de controlar el tamaño de las raciones3
  • También puedes utilizar un sustituto del azúcar para endulzar el té o el café3
  • Planifica tus comidas4

Si necesitas ayuda para elaborar planes alimenticios que te gusten y que, además, te ayuden a controlar bien tu glucosa en sangre, cuenta con tu equipo médico4.

Alimentos a limitar o evitar si tienes diabetes

Existen alimentos que debes controlar y otros que debes tratar de limitar en la dieta si tienes diabetes4.

Puede que ya sepas que, a la hora de planificar las comidas, es necesario que controles la cantidad de carbohidratos que estas contienen3. Ello se debe a que los carbohidratos elevan los niveles de glucosa en sangre más que las proteínas o las grasas3.

Entre los alimentos que debes limitar o evitar se incluyen4:

  • Alimentos fritos u otros alimentos ricos en grasas saturadas o trans
  • Alimentos muy salados
  • Dulces, productos de panadería y helados
  • Bebidas con azúcares añadidos (como zumos, bebidas carbonatadas y energéticas)

Si bebes alcohol, te recomendamos hacerlo con moderación4

Comer fuera con diabetes

Comer fuera con diabetes

Comer fuera con diabetes

Debido al hincapié que hacemos en el control de los niveles de glucosa en sangre y la reducción del riesgo de complicaciones, puede parecerte imposible eso de comer fuera. Pero, con un poco de planificación, podrás disfrutar de una rica comida en un restaurante.

Algunos consejos generales cuando comes fuera son6:

  • Decide lo que vas a comer antes de llegar al restaurante, para evitar tomar decisiones poco saludables
  • Si vas a comer tarde, toma un pequeño aperitivo antes para saciar el hambre; elige un aperitivo con fibra y proteínas, como un puñado de frutos secos
  • Bebe un vaso grande de agua antes de empezar a comer, de este modo, comerás menos
  • Trata de evitar el pan que te llevan a la mesa antes de pedir
  • Elige los métodos de cocinado más saludables, como el horno, el vapor o la parrilla, en lugar de fritos
  • Evita alimentos empanados, crujientes o cremosos, que pueden tener muchas calorías
  • Toma verduras, en lugar de patatas fritas
  • Asegúrate de que los extras, como el aliño de la ensalada, el queso o los picatostes, no hacen que tu plato deje de ser saludable.
  • Evita platos con mucho azúcar añadido, como esos que tienen salsas o glaseados pegajosos

Quizá pienses que la diabetes te impedirá disfrutar de las comidas o tomar esos alimentos que te encantan, pero no tiene por qué ser así ➍.

Lo cierto es que hay comidas que no podrás comer en exceso y otras que elevan tus niveles de glucosa en sangre, pero seguro que, junto con tu equipo médico, darás con planes alimenticios ideales para ti ➍.

Fuentes

  1. Davison, K.A.K., Negrato, C.A., Cobas, R. et al. Relationship between adherence to diet, glycemic control and cardiovascular risk factors in patients with type 1 diabetes: a nationwide survey in Brazil. Nutr J 13, 19 (2014). https://doi.org/10.1186/1475-2891-13-19
  2. International Diabetes Federation (2017). IDF diabetes atlas (8th Ed)
  3. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Manage Blood Sugar. Consultado en agosto de 2022. Disponible en: https://www.cdc.gov/diabetes/managing/manage-blood-sugar.html
  4. National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases. Diabetes diet, eating, and physical activity. Consultado en agosto de 2022. Disponible en: https://www.niddk.nih.gov/health-information/diabetes/overview/diet-eating-physical-activity
  5. Evert AB, et al. Nutrition therapy for adults with diabetes or prediabetes: a consensus report. Diabetes care. 2019;42:731-754
  6. Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Eating out. Consultado en agosto de 2022. Disponible en: https://www.cdc.gov/diabetes/managing/eat-well/eating-out.html
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Los números no nos definen

No hay obcecarse con las glucemias, los números no nos definen

Los números no nos definen

Hoy Mercè Llorca nos habla sobre la importancia de no obcecarse con las glucemias. ¡Debemos cuidarnos, pero sin que eso nos suponga un nivel de ansiedad que vaya en nuestra contra!

Cuando vives con diabetes tipo 1 hay muchísimos números a los que prestar atención: las glucemias, las dosis de insulina, las ratios, las sensibilidades, las raciones de carbohidratos, la hemoglobina glicosilada,… Y a veces, cuando estos números no van exactamente de la manera que esperamos nos sentimos decepcionados y nos auto castigamos por no saber manejar nuestra condición.

Por eso hoy quiero recordaros que los números son sólo eso, números, y que no representan una nota personal ni un aprobado o un suspenso en el “examen” de tu diabetes. Es más, incluso os diré que tener la posibilidad de conocer nuestros números puede convertirse en una herramienta muy eficaz para comprender qué estamos haciendo bien y qué necesitamos cambiar en el manejo de nuestra condición.

Hoy en día tenemos la suerte de poder contar con tecnología que nos proporciona muchísima más información sobre nuestro estado, y de los sistemas de asa cerrada que contribuyen a aumentar nuestro tiempo en rango y, en consecuencia, a que nuestros números sean más favorables, aumentando así nuestra calidad de vida y nuestra motivación por seguir luchando día tras día.

Todos tenemos días y épocas malas, pero lo importante es mantener una actitud proactiva ante la situación. Felicitarnos cuando las cosas salen bien y recordarlo para implementarlo como una pauta, pero también ser capaces de pedir ayuda a nuestro equipo médico cuando vemos que hay patrones que escapan a nuestro control.

Nadie es perfecto y tú eres más que tu diabetes.

No estás solo en esto y no debes sentirte juzgado ni avergonzado, pues una persona que se esfuerza cada día en hacerlo lo mejor posible es alguien digno de sentirse orgulloso.

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La medición intersticial era el futuro perfecto. ¿Y ahora qué?

medición intersticial diabetes

La medición intersticial era el futuro perfecto. ¿Y ahora qué?

Hoy contamos de nuevo en nuestra página con Óscar López de Briñas (Reflexiones de un Jedi Azucarado) que nos habla hoy sobre cómo puede ser el futuro del cuidado de la diabetes.

La medición intersticial lleva ya unos cuantos años con nosotros, aunque coincidiremos en que ha sido en este último lustro cuando se ha popularizado y convertido en el sistema dominador, desplegando además en el mercado toda una serie de opciones diferentes por parte de diversas marcas del sector que trabajan para ofrecernos el mejor y más preciso sistema de medición del mercado, llegando incluso en algunos casos a conectarse con la bomba de insulina y establecer un sistema automatizado capaz de gestionar por sí solo la infusión de insulina durante el día fuera de las comidas. No es necesario explicar ya a estas alturas qué es la medición intersticial. Pero sí es necesario recordar que, en no mucho tiempo, cumpliremos aproximadamente ya dos décadas conviviendo con los “sensores de filamento”, una tecnología que marcó un antes y un después en el mundo de la diabetes, pasando de la medición puntual y esporádica a la medición continua -como se suele decir en traducción directa del inglés- “en tiempo real”. Fue a comienzos de siglo cuando empezaron a salir los primeros modelos comerciales de sistemas de medición intersticial continua. Dos décadas que han pasado como un rayo pero, sin embargo, tiempo suficiente para pararse a pensar qué nos depara el futuro.

Poco después de llegar al temido año 2000 ya leíamos artículos sobre estos sensores que se introducían bajo la piel y quedaban durante varios días leyendo nuestras glucemias. Y ardíamos en deseos de probar uno de esos primeros sistemas. Hoy, dos décadas después, algunos nos preguntamos hasta dónde podrá llegar esta tecnología y qué posibilidades tiene un sistema así. Hemos convivido durante décadas con la tecnología de medición capilar, pero… ¿Ocurrirá lo mismo con este tipo de sensores? ¿Llegará una nueva tecnología que la supere y daremos otro paso más hacia la vanguardia en la medición de glucosa?

En mi opinión, antes de pensar en ese futuro, primero habría que sacar más partido a lo que tenemos. A día de hoy disponemos de un nivel de exactitud bastante alto en este tipo de sensores. Cifras que ya se mueven holgadamente por debajo del 10% MARD y que colocan a los sistemas de medición intersticial como la tecnología de medición de glucosa más exacta que hemos conocido nunca. Sin embargo, creo que aún tenemos un margen de mejora importante en otros aspectos importantes en los que el fabricante no piensa tanto como nosotros. Por citar algunos fundamentales: ergonomía, comodidad, sistemas y adhesivos de fijación, miniaturización, facilidad de uso, puesta en marcha, zonas de colocación, conectividad, apps de control y gestión, ajustes y personalización, interoperabilidad… Son muchísimos los puntos en los que a día de hoy podría mejorar mucho cualquiera de los sistemas que tenemos disponibles en nuestro país. Y creo que deberían centrarse claramente en esos puntos, una vez que hemos conseguido una tecnología exacta y sistemáticamente fiable. Un buen sensor lo será cuando aúne todos los aspectos que un usuario valora y no solamente los que su creador considera de interés; aspectos que generalmente son técnicos para poder entrar en el sistema sanitario como producto financiado. Un buen sensor es mucho más que un buen porcentaje MARD. Y para eso escuchar nuestras sugerencias es fundamental.

Imaginemos entonces que los fabricantes están ya trabajando en todos estos aspectos que he comentado buscando hacer sus sensores aún mejores para nosotros. Aún tendríamos unos años en los que estos sistemas serían perfectos y podríamos convivir con ellos. Pero la ciencia no para y en determinado momento, llega una tecnología que supera a la anterior. 

Siempre es inevitable pensar qué vendrá después. ¿Cómo conseguiremos saber la glucemia que tendremos en el futuro a corto/medio plazo? Obviamente, el escenario ideal y anhelado es el de la lectura no invasiva de modo transdérmico, pero año tras año seguimos conociendo las dificultades de quienes están trabajando en ello por ser un modo muy impreciso y sujeto a demasiadas variables difíciles de controlar. Personalmente creo que es muy difícil aventurar hacia dónde se dirigirán los nuevos métodos de lectura, pero es bastante probable que sean los de la lectura “desde dentro” mediante nanotecnología.

Hoy ya disponemos de sensores implantables, pero la evolución en este ámbito de la tecnología nos permite pensar en soluciones implantadas capaces de leer durante mucho tiempo nuestra glucosa intersticial y que mediante una inducción externa puedan alimentarse para mantenerse operativos. Si hoy un procesador de última generación tiene más de 3000 millones de transistores en poco más de 9 cm 2 , por qué no pensar en un minúsculo sensor que alojado en nuestro cuerpo pueda ir midiendo distintas variables más allá de la glucosa (lactato, cuerpos cetónicos, saturación…).

Como conclusión, diría que aunque mucha gente está trabajando en nuevas formas de medir la glucosa (generalmente no invasivas), creo que a día de hoy los fabricantes deben centrarse en mejorar sus ya muy precisos sensores con aspectos fundamentales para un paciente y no tanto para un clínico, para el sistema sanitario o para el propio fabricante. Aspectos que son críticos para que nosotros como usuarios podamos decantarnos por uno u otro. Al final un producto es redondo cuando cumple con desempeño en todos sus aspectos de manera global. Un buen coche no es sólo tener el mejor motor. Y un buen sensor será perfecto cuando además de medir bien, tenga una excelente nota en todo los demás.

Prestaciones o detalles en los que observo un cierto desinterés por parte de los demás agentes del ecosistema de la diabetes; tanto del fabricante como de nuestros profesionales médicos o del sistema sanitario, que es quien lo compra para su posterior financiación.

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