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Diabetes y tecnología, cómo acostumbrarse a lo bueno

Diabetes y tecnología: sistema de asa cerrada

Diabetes y tecnología, cómo acostumbrarse a lo bueno

Hoy Azucarilloman nos habla de la cantidad de información que recibe su sistema de asa cerrada, y de una vivencia que le ha hecho reflexionar sobre ello.

¡Hola de nuevo!

He tenido la suerte de volver a ser invitado para colaborar en esta sección y ya sabéis que me encanta así que voy a aprovechar para contaros una anécdota que me ha pasado hace poquitos días y así la aprovechamos para reflexionar.

Como sabéis, desde hace bastante tiempo, uso un sistema de asa cerrada (bomba de insulina + MCG) y estoy encantado, ya que en general, con estos sistemas, el número de toma de decisiones que tiene que tomar el paciente se reducen de manera considerable y por tanto, también se reduce la carga emocional y el peso de la mochila con la que cargamos a diario.

Pero… ¿Y la información que nos proporcionan? Eso ya es un tema aparte. Alguien dijo una vez que la información es poder y qué mejor poder tenemos las personas con diabetes que tener al alcance de un botón toda la información necesaria para el control de nuestra diabetes.

Pues bien, al lío. Hace unos días sufrí un percance con mi sistema de asa cerrada, es la primera vez que me pasa pero me quedé en casa sin ningún sensor de medición continua, es decir, a la bomba de insulina dejarían de llegar datos del sensor y por tanto dejaría de funcionar de manera automática, y a eso le sumamos que había viajado 20 años en el control y cuidado de la diabetes, ya que tendría que estar todo el día sin alertas, sin basales temporales que se activan de manera automática, sin correcciones automáticas, etc. ¿Por qué me daba tanto respeto estar así unos días si ya había estado años y años cuidando mi diabetes de manera correcta sin tantísima información y facilidades como tenemos ahora? 

Hay que ver lo pronto que nos acostumbramos a lo bueno, en estas ocasiones es cuando se confirma el popular dicho de “No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes” y algunas veces me atrevo a decir que no valoramos lo suficiente las facilidades que tenemos a nuestro alcance para hacer más fácil el control de nuestra diabetes.

Seguramente cuando estéis leyendo esto, ya tenga en casa una nueva tanda de sensores que me ayudarán de manera espectacular a controlar mi diabetes, hacemos buen equipo y por regla general dejo a mi sistema de asa cerrada actuar como él crea mejor, pero al final la tecnología también necesita de nuestra supervisión y ya le he dejado claro en numerosas ocasiones que aquí yo soy el capitán del equipo, jeje…

Está claro que estos sistemas han llegado para quedarse, en mi caso, espero no tener que echarlos nunca de menos. ¿Cosas a mejorar? Siempre hay. Yo por ejemplo los personalizaría mucho más de lo que ya lo están (soñar es gratis).

¿Y vosotros? ¿Cómo gestionáis la cantidad de información y control que nos dan estos sistemas?

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Cetonas: ¿qué son y por qué son importantes en la diabetes?

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Cetonas: ¿qué son y por qué son importantes en la diabetes?

Si te han diagnosticado diabetes recientemente, o conoces a alguien que la tenga, es recomendable que aprendas varios términos nuevos. Conocer su significado puede ayudarte a mantener el control de la diabetes. 

Puede que hayas oído a tu equipo médico hablar de las cetonas y de una enfermedad relacionada con ellas, la cetoacidosis diabética [1]. 

Este artículo te ayudará a entender qué son y su significado para el control de la diabetes.

¿Qué son las cetonas?

Las cetonas, a veces denominadas cuerpos cetónicos, son compuestos químicos naturales que se producen en el hígado [1]. Tu organismo las utiliza para transportar energía a los tejidos, como el cerebro, el corazón, el riñón y los músculos [1]. Las cetonas suelen utilizarse cuando no hay glucosa disponible para que el organismo la utilice como energía [1].

Existen tres tipos de cetonas producidas por el organismo [1]:

  1. Acetoacetato (AcAc): una de las principales cetonas, producida en el hígado
  2. 3-β-hidroxibutirato (3HB): formado a partir de AcAc.
  3. Acetona: producida en cantidades más pequeñas y responsable del olor afrutado del aliento de las personas con cetoacidosis diabética

Las cetonas siempre están presentes en la sangre [1, 2], y sus niveles aumentan con acciones como el ayuno o la práctica de ejercicio [1].

Hace mucho tiempo que se descubrió la relación entre las cetonas y la diabetes: la primera vez que se encontraron cetonas en la orina de personas con diabetes fue ya en el siglo XIX [2].

La diabetes es la causa más común de la elevación anormal de las cetonas [1].

¿Qué es la cetoacidosis diabética?

La cetoacidosis diabética es una emergencia médica frecuente en personas con diabetes [1, 3]. En el Reino Unido, aproximadamente el 3,6 % de las personas con diabetes de tipo 1 sufrirán cetoacidosis diabética cada año [3].

La cetoacidosis diabética se produce cuando se reducen los niveles de insulina, lo que hace que el organismo produzca grandes cantidades de cetonas [1]. Esto se asocia normalmente a niveles de glucosa en sangre muy elevados [1]. La presencia de niveles de cetona elevados también provoca la acidificación de la sangre [1].

La cetoacidosis diabética se produce con mayor frecuencia en la diabetes de tipo 1, pero también puede presentarse en personas con diabetes de tipo 2 [1, 3]. Puede estar causada por diversos factores, como la infección, la omisión de una dosis de insulina, una dosis de insulina insuficiente, diabetes sin diagnosticar o situaciones de estrés (como una cirugía) [1].

La cetoacidosis diabética suele tratarse en el hospital con insulina, rehidratación, reposición de compuestos químicos en la sangre y tratamiento de la causa subyacente [1].

¿Cuándo se acumulan las cetonas?

Existen varias razones para que las cetonas se acumulen en la sangre, que pueden dividirse básicamente en dos grupos: la acumulación que forma parte de un proceso corporal normal, llamada «fisiológica», y la acumulación que forma parte de una afección, llamada «patológica» [1].

Las causas fisiológicas incluyen [1]:

  • El ayuno (especialmente durante la infancia o el embarazo)
  • La práctica prolongada de ejercicio
  • Las dietas cetogénicas (ricas en grasas)

Las causas patológicas incluyen [1]:

  • Enfermedades hormonales como la diabetes, la deficiencia de cortisol o la deficiencia de hormona del crecimiento
  • Sustancias tóxicas como el exceso de alcohol o fármacos, como los salicilatos.
  • Metabolopatías congénitas

Niveles elevados de cetonas y síntomas de cetoacidosis diabética

Existen diversos síntomas que podrían indicar que tus niveles de cetonas son demasiado elevados y que podrías estar desarrollando cetoacidosis diabética. 

Los síntomas de cetoacidosis diabética pueden incluir [4]:

  • Orinar con mucha frecuencia (poliuria)
  • Beber una cantidad mayor de lo normal (polidipsia)
  • Hambre excesiva o extrema (polifagia)
  • Debilidad
  • Náuseas y vómitos
  • Patrón respiratorio profundo y forzado (a veces llamado respiración de Kussmaul)
  • Olor afrutado del aliento
  • Confusión y somnolencia
  • Dolor abdominal

Si te cuesta controlar la diabetes, puedes ponerte en contacto con tu equipo médico. 

La cetoacidosis diabética puede ser muy grave [3]. Si te preocupa la presencia de cetonas en la sangre o la orina y crees que podrías tener cetoacidosis diabética, que está considerada una emergencia médica, debes solicitar atención médica de inmediato [3].

Cómo medir las cetonas

Los niveles de cetonas se pueden medir en casa y en un hospital o consultorio médico [1]. Los métodos utilizados en casa y en un entorno hospitalario pueden ser distintos, tanto por lo que se refiere a quién administra la prueba como a la forma de realizarla. A continuación, te explicamos cómo funciona cada método y las razones por las que se usa cada uno de ellos.

Determinación de los niveles de cetonas en la sangre

Es importante medir los niveles de cetonas en la sangre para el diagnóstico y el tratamiento de la cetoacidosis diabética [1]. El personal sanitario también puede medir los niveles de cetonas de la sangre para determinar si el tratamiento de la cetoacidosis diabética está funcionando bien [3]. 

Las pruebas demuestran que la determinación de las cetonas cerca del paciente, los denominados «análisis de diagnóstico inmediato» o «análisis de cabecera», puede impedir que se produzca cetoacidosis diabética, así como reducir las probabilidades de ingreso hospitalario [3].

Algunos glucómetros que se usan para medir la glucosa en sangre y controlar la diabetes animan a los usuarios a medir las cetonas en sangre en caso de tener niveles de glucosa en sangre elevados [3].

Las cetonas en sangre se pueden medir en un entorno hospitalario con un dispositivo de sobremesa [1]. Puedes medir las cetonas en casa con un dispositivo manual similar a un glucómetro [1].

Determinación de los niveles de cetonas en la orina

Test de cetonas en la orina

Determinación de los niveles de cetonas en la orina

Es importante comprobar los niveles de cetonas en la orina para controlar a su vez la diabetes [1, 5]. La presencia de cetonas en la orina puede indicar que existe riesgo de cetoacidosis diabética o que esta ya se ha producido [5].

Se recomienda a todas las personas con diabetes que midan las cetonas en períodos de enfermedad o de estrés, cuando tengan un nivel alto de glucosa en sangre, durante el embarazo o si tienen síntomas de cetoacidosis diabética [1, 5].

Aunque la medición de las cetonas en la orina puede indicar que sufres riesgo de cetoacidosis diabética o que ya la tienes, estas pruebas no se consideran fiables para su diagnóstico y tratamiento [5].

Las cetonas en la orina se pueden medir sumergiendo una tira reactiva en la orina [1].

Cetonas y diabetes: resumen

Como hemos visto anteriormente, las cetonas son compuestos químicos naturales producidos por el organismo [1]. 

Existen varias causas para el aumento del nivel de las cetonas, siendo la más frecuente la diabetes [1]. Un aumento significativo de las cetonas puede dar lugar a una enfermedad llamada cetoacidosis diabética [1],  que se considera una emergencia médica [3]. 

Puedes medir las cetonas en sangre y en orina [1, 3]. La medición de las cetonas puede indicar la existencia de un riesgo de cetoacidosis diabética [5].

Saber cómo medir las cetonas te permitirá entender las necesidades de insulina de tu organismo, cómo se relaciona con tu ingesta de carbohidratos, y cómo hablar de todo ello con tu equipo médico.

Conocer tu nivel de cetonas también te ayudará a controlar tu diabetes y te alerta del riesgo de cetoacidosis diabética.

Fuentes

  1. Laffel, L. “Ketone bodies: a review of physiology, pathophysiology and application of monitoring to diabetes.” Diabetes Metab Res Rev 1999; 15: 412-426
  2. Vanitallie, T.B., Nufert, T.H. “Ketones: Metabolism's Ugly Duckling.” Nutrition Reviews 2003; 61(10): 327–341
  3. Dhatariya, K. “Blood Ketones: Measurement, Interpretation, Limitations, and Utility in the Management of Diabetic Ketoacidosis.” The review of diabetic studies: RDS vol. 13,4; 2016: 217-225. doi:10.1900/RDS.2016.13.217
  4. Trachtenbarg, D. E. “Diabetic Ketoacidosis.” American Family Physician; 2005; 71(9): 1705-1714
  5. Goldstein, D.E., Little, R.R., Lorenz, R.A., Malone, J.I., Nathan, D., Peterson, C.M., Sacks, D.B. “Tests of Glycemia in Diabetes.” Diabetes Care 2004; 27 (7): 1761–1773
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Bombas de insulina para niños: cuándo y cómo usarlas

 bomba de insulina para niños

Bombas de insulina para niños: cuándo y cómo usarlas

Las bombas de insulina pueden mejorar el control glucémico y permitir una administración de insulina más precisa y flexible en el caso de los adultos con diabetes, pero ¿son adecuadas para los niños [1]?

En este artículo nos centramos en el uso de bombas de insulina para niños y respondemos a preguntas como ¿puede tu hijo llevar una bomba de insulina y es un buen candidato para ello? ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas de que los niños usen una bomba de insulina? ¿Existe una edad mínima para que un niño utilice una bomba de insulina?

He aquí todas las respuestas.

¿Qué es una bomba de insulina?

Una bomba de insulina es un pequeño dispositivo electrónico que administra insulina de acción rápida al organismo en la cantidad y en el momento en que se necesita [1]. Pueden llevarse durante 2-3 días seguidos [2]. 

Existen dos tipos principales de bombas de insulina [1]:

  • Con tubo, a veces denominadas bombas tradicionales o bombas conectadas

  • Sin tubo, también denominadas «bombas de parche»

La bomba de insulina tradicional administra insulina a través de un pequeño catéter (un tubito con una aguja) que se inserta bajo la piel y se sujeta con un adhesivo. Esto se denomina «set de infusión» o «cánula de infusión» [1].

El tubo de plástico se conecta el set de infusión con la bomba y administra la insulina desde la bomba hasta la piel [1].

La «bomba de parche» no utiliza tubo, sino que se aplica directamente en la piel con ayuda de un parche. Las bombas de parche sin tubo contienen un depósito de insulina. La insulina se administra a través de la cánula de infusión y la bomba se controla de forma remota por medio de tecnología inalámbrica [1]. 

Las bombas inalámbricas administran la insulina de dos formas [1, 2]: 

  • Una tasa basal: una infusión continua de insulina de acción rápida durante el día y la noche

  • Dosis en bolo: se administran dosis adicionales de corrección en el momento de las comidas o aperitivos 

La mayoría de las bombas de insulina disponen de una calculadora de bolos que calcula la dosis del bolo recomendada utilizando los niveles de glucosa en sangre actuales, los gramos totales de carbohidratos consumidos por el usuario y la insulina restante de las dosis previas [1].

¿Puede utilizar mi hijo una bomba de insulina?

Las bombas de insulina se pueden utilizar en niños y adolescentes con diabetes de tipo 1 y brindan muchos beneficios para la salud [1]. Sin embargo, deben tenerse en cuenta algunos factores importantes para decidir si a tu hijo le conviene utilizar una. 

Algunos aspectos que los padres y cuidadores deben considerar detenidamente son [2]:

  • ¿El niño desea llevar una bomba de insulina

  • ¿El niño tolerará el proceso de colocación de la bomba de insulina, que implica el uso de un catéter y una pequeña aguja?

  • ¿El padre/cuidador entiende bien en qué consiste un tratamiento con insulina?

  • ¿El padre/cuidador y/o el niño o adolescente saben cómo calcular la cantidad de carbohidratos consumidos?

  • ¿El padre/cuidador sabe cómo utilizar una bomba de insulina

  • ¿El padre/cuidador tiene «aliados» entre el personal docente y otros cuidadores dispuestos a utilizar una bomba de insulina y son capaces de hacerlo?

  • ¿El niño está dispuesto a hacerse varias pruebas de glucosa en sangre cada día? ¿El padre/cuidador está dispuesto a ayudarle? (Por lo general, la glucosa en sangre debe medirse entre 4 y 6 veces al día para ajustar las dosis en bolo, hay que asegurarse de que la bomba funcione correctamente y que se controlan los niveles de glucosa en sangre [3])

  • ¿El niño y los padres cuentan con un equipo de profesionales médicos dispuesto a ayudarles y apoyarles durante el proceso de instauración de un tratamiento con bomba de insulina? [2, 3]

También es importante recordar que tu hijo y tú tendréis que aprender muchas cosas sobre las bombas de insulina para poder usarlas. 

Se recomienda iniciar el tratamiento con bomba de insulina con un equipo médico especializado (compuesto por un enfermero, un médico y un dietista con experiencia en su uso), y no con un médico de atención primaria (como tu médico de familia) [3].

¿Cuáles son las ventajas de usar una bomba de insulina para niños?

Son muchas las ventajas de que un niño utilice una bomba de insulina, muchas de ellas similares al caso de los adultos:

  • Las bombas de insulina permiten administrar múltiples tasas de insulina basal y administran pequeñas dosis aproximadamente cada 10 minutos. Este mecanismo trata de imitar la actividad de un páncreas sano. Junto con el control de los niveles de glucosa en sangre, permiten una administración de insulina más precisa y personalizada [4, 5].

  • Las bombas de insulina pueden mejorar el control glucémico y los resultados de la diabetes [2, 4] y ayudar a los niños a llevar un estilo de vida más flexible [2]. El ajuste de las dosis de insulina al practicar ejercicio o durante un viaje resulta más sencillo con una bomba [4]. Las bombas de insulina pueden reducir la hipoglucemia durante y después del ejercicio en el caso de los jóvenes con diabetes de tipo 1 [4].

  • Las bombas de insulina permiten ajustar más fácilmente las tasas de insulina basal en otras circunstancias especiales, como al saltarse comidas, comer menos o estar enfermo, de una forma que no permite el tratamiento con inyecciones [4].

  • Las dosis de insulina en bolo permiten controlar los niveles de glucosa en sangre de una forma más fácil y cómoda después de comer, así como reducir los niveles altos de glucosa [4].

  • Una observación habitual después de la adopción de un tratamiento con bomba de insulina es una reducción tanto de la frecuencia como de la gravedad de las hipoglucemias en niños y adolescentes con diabetes de tipo 1 [6]. El tratamiento con bomba de insulina también se asocia a una tasa más baja de coma hipoglucémico en comparación con el tratamiento con inyecciones, especialmente en niños en edad escolar [7]. 

  • El riesgo de cetoacidosis diabética también es menor en jóvenes que utilizan bombas de insulina en comparación con los jóvenes que reciben tratamiento con múltiples inyecciones [4, 7]. 

  • Los estudios han demostrado una mejora de la calidad de vida de las las familias cuyos hijos utilizan bombas de insulina [6].

¿Cuáles son las desventajas de usar una bomba de insulina para niños?

El tratamiento con bomba de insulina para niños también entraña algunos problemas que deben considerarse seriamente:

  • Los niños muy pequeños no pueden manejar la bomba sin ayuda de los padres y cuidadores. Incluso los niños más mayores pueden necesitar bastante ayuda [2].

  • Los niños pueden olvidar administrar bolos de insulina después de comer; «olvido» es la razón más habitual para saltarse bolos y constituye un reto importante para los niños y adolescentes que utilizan bombas de insulina [4].

  • Dado que los niños pasan la mayor parte del tiempo en la escuela, puede que el personal docente tenga que recibir educación sobre temas como bombas de insulina, medición de la glucosa en sangre, medición de las cetonas, respuesta ante emergencias o resolución de problemas con la bomba [4].

  • El riesgo de complicaciones como la cetoacidosis puede disuadir del uso de bombas de insulina. Si la bomba de insulina se avería o el set de infusión se descoloca o se obstruye, puede producirse una cetoacidosis en el plazo de 3 o 4 horas [5]. Esto se debe a que la bomba administra pequeñas dosis de insulina de acción rápida, por lo que no se puede recurrir a insulina de acción prolongada [4, 5].

  • El tratamiento con bomba de insulina se ha asociado a un aumento de peso [4], que puede resultar especialmente angustioso para los adolescentes.

  • Existe el riesgo de sufrir infecciones cutáneas en el lugar de inserción de la cánula [4, 5]. Las infecciones en el lugar de la infusión son la complicación más frecuente asociada al tratamiento con bomba de insulina, y pueden causar inflamación, dolor, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la infusión [5].

  • A los niños y adolescentes puede disgustarles la sensación de estar «atados» a su bomba [5].

  • El coste de una bomba de insulina y los suministros es superior al tratamiento con múltiples inyecciones. El coste relativamente elevado de la compra de la bomba de insulina y el mantenimiento de un tratamiento puede constituir un obstáculo importante para muchas familias [5]. 

  • Uno de los riesgos del uso de la bomba de insulina es la hiperglucemia idiopática [5]. Su origen puede estar en posibles problemas mecánicos, avería de la bomba o problemas en el lugar de la infusión [5].

Es importante que ponderes los pros y los contras del tratamiento con bomba de insulina para los niños antes de tomar una decisión. Tu equipo médico podrá ayudarte. 

¿Cuál es la edad mínima para usar una bomba de insulina?

No existe una edad mínima establecida a escala internacional para usar una bomba de insulina.

Por lo general, las bombas de insulina se ofrecen a niños menores de siete años [6]. Muchos estudios demuestran los beneficios del uso de una bomba de insulina incluso en niños muy pequeños, como la mejora del control glucémico y la reducción de las hipoglucemias en comparación con el uso de múltiples inyecciones [1]. Las ventajas que ofrecen las bombas de insulina en el control de hábitos alimenticios impredecibles y bajos requisitos de insulina en niños muy pequeños puede convertir el tratamiento con bomba de insulina en una buena opción para muchos niños con diabetes de tipo 1 y sus familias [1].

No obstante, cabe destacar que algunos ensayos han demostrado que no existe diferencia en el control glucémico en niños menores de 7 años entre el tratamiento con bomba de insulina y con múltiples inyecciones [1], y que han de realizarse más estudios aleatorizados (y más grandes) para comprender en profundidad las ventajas y las desventajas de las bombas de insulina para los niños [6].

Conforme a las directrices clínicas de varias organizaciones de diabetes de todo el mundo —la International Society for Pediatric and Adolescent Diabetes o la Endocrine Society— el tratamiento con bomba de insulina puede beneficiar a todas las personas con diabetes de tipo 1 «con independencia de su edad» [1]. 

Es importante recordar que el uso de bombas de insulina en distintos grupos de edad puede entrañar desafíos únicos. Puedes comentar las opciones más adecuadas para tu hijo con tu equipo médico. 

¿Debe utilizar tu hijo una bomba de insulina?

Existen varios factores importantes a tener en cuenta antes de hacerte con una bomba de insulina para tu hijo. 

Los estudios muestran que el tratamiento con bomba de insulina ofrece muchos beneficios a niños con diabetes de tipo 1, aunque, como ocurre con cualquier tratamiento, también tiene desventajas [1, 2, 4, 5, 6]. 

El uso de una bomba de insulina requiere esfuerzo, compromiso y voluntad de aprender, especialmente al principio [2]. 

Sin embargo, con educación, diligencia y apoyo, las bombas de insulina pueden mejorar la calidad de vida de tu hijo [3]. Además, la tecnología de las bombas de insulina avanza muy rápidamente. A medida que se vayan ampliando las opciones del mercado, este tratamiento se irá haciendo más cómodo y ampliamente disponible [1].

Fuentes

  1. Berget, Cari, Laurel H. Messer, and Gregory P. Forlenza. A clinical overview of insulin pump therapy for the management of diabetes: past, present, and future of intensive therapy. Diabetes Spectrum 32.3; 2019: 194-204. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6695255/
  2. Is an Insulin Pump Right for Your Child and Family?. Diabetes Spectr 1 April 2001; 14 (2): 90. https://doi.org/10.2337/diaspect.14.2.90
  3. Pickup, John C. Insulin-pump therapy for type 1 diabetes mellitus. New England Journal of Medicine 366.17 (2012): 1616-1624. http://pedsendo.net/wp-content/uploads/2015/08/Pump-therapy-DM.pdf
  4. Maahs, David M., Lauren A. Horton, and H. Peter Chase. The use of insulin pumps in youth with type 1 diabetes. Diabetes technology & therapeutics 12.S1 (2010): S-59. https://www.researchgate.net/publication/44642359_The_Use_of_Insulin_Pumps_in_Youth_with_Type_1_Diabetes
  5. Potti, Lakshmi G., and Stuart T. Haines. Continuous subcutaneous insulin infusion therapy: a primer on insulin pumps. Journal of the American Pharmacists Association 49.1 (2009): e1-e17. https://linkinghub.elsevier.com/retrieve/pii/S1544-3191(15)30945-6
  6. Dawes, Adam, The use of insulin pumps in children and young people: Past, present and future. Journal of Diabetes Nursing 23.5 (2019): 97. https://diabetesonthenet.com/journal-diabetes-nursing/use-insulin-pumps-children-and-young-people-past-present-and-future/
  7. Karges, Beate, et al. Association of insulin pump therapy vs insulin injection therapy with severe hypoglycemia, ketoacidosis, and glycemic control among children, adolescents, and young adults with type 1 diabetes. Jama 318.14 (2017): 1358-1366. https://jamanetwork.com/journals/jama/fullarticle/2656808
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S.I.V.A.I.N.V.I. (Sistema de Insulina Variable Automáticamente Inyectada para VIvir)

Sistema de Insulina Variable Automáticamente Inyectada para VIvir

S.I.V.A.I.N.V.I. (Sistema de Insulina Variable Automáticamente Inyectada para VIvir)

Hoy InsulinRock nos habla de las etiquetas. De cómo “diabético” ha dejado paso a “con diabetes”, y gracias a las nuevas tecnologías, a veces ni siquiera eso.

Hace ya unos cuantos años cayó en mis manos una guitarra eléctrica. En aquella época yo me definía como “punk”; pantalones militares, camisetas oscuras con monstruos, melena al viento… en aquella época tenía 15 años y es en esa adolescencia donde tratamos de buscar nuestro sitio uniéndonos a comunidades afines a nuestros gustos.

A medida que fui aprendiendo a tocar la guitarra me di cuenta que el punk era muy simplista y mis gustos evolucionaron, de manera que directamente mi autodefinición pasó de “punk” a “rockero”. Pero ahí no acaba la cosa. Cuando algo me apasiona con fuerza, siempre trato de indagar hasta lo más profundo de ese algo y dar con sus orígenes; tal vez por eso casi acabo estudiando historia en lugar de enfermería.

El caso es que, siguiendo esa pulsión mía llegué hasta el blues; Robert Johnson, Son House, Skip James, Jhon Lee Hooker… Se acabó, ya no soy “rockero”, ahora soy “bluesman”. Y venga a dar la lata con los slides hechos de bottleneck y las canciones con el típico patrón I, IV, V pero ¿qué le vamos a hacer? yo había decidido que el diablo azul de la melancolía (blues) caminara conmigo.

Fue cuando entré en la universidad que me compré una vieja guitarra española y aunque al principio hacía sonar en ella todo el rock y el blues que había aprendido, acabé experimentando con sonidos que le pegaban más a ese tipo de guitarra. La música mexicana llegó a mí en aquella época de la mano de Chavela Vargas y fue entonces que me arrimé a los boleros, los valses, los corridos… Juan Gabriel, Vicente fernandez… ok, yo creo que eso de ser “bluesman” se ha quedado viejo, ahora soy “mexicano”; incluso deformé mi apellido “Camacho”, ahora soy “Chamaco” para los amigos.

Esa etapa duró algún tiempo hasta que escuché Sueño con serpientes de Silvio Rodriguez y decidí que la mejor forma de expresarse era a través de la música de autor. Dejadme solo, que ahora soy “cantautor”.

Fue más o menos en esa época que, de repente, algo pasó y me ingresaron en el hospital.

— Pues resulta que eres diabetico.

— No puede ser, hace unos meses era mexicano, pero en este momento soy cantautor.

Era la primera vez que otra persona, que no era yo, se encargaba de colocarme la etiqueta, pero estaba claro que yo no iba a saber más que aquellos señores vestidos de blanco.

Tenía que acostumbrarme a esta nueva vida; cuidado con las hipoglucemias, llevar siempre algo de absorción rápida, las insulinas, los pinchazos en los dedos…

Un momento, ¿Que me tengo que pinchar en los dedos entre 3 y 6 veces al día? hice los cálculos y no me salían muy bien las cuentas…”si me pincho 5 veces y tengo 10 dedos”… Además tenía que seguir tocando la guitarra y más en aquel momento de incertidumbre y desazón, pues esta siempre fue mi válvula de escape.

Entonces tomé una decisión que mantengo a día de hoy; pincharme en los brazos. La primera vez que alguien me preguntó que qué hacía pinchándome en los brazos le dije que “llevo más años siendo guitarrista que diabetico” y, oye, que no es una cosa que yo me haya inventado; muchos pinchadores traen adaptadores para pincharse en zonas alternativas como los brazos, muslos o la cara interna de la palma de la mano.

Al principio, cuando tienes diabetes, no le echas cuenta a esos pequeños detalles, pero a medida que pasa el tiempo tienes mayor capacidad analítica. Actualmente sigo tocando la guitarra, y toco desde rock hasta carnavales, desde Los Delicuentes hasta Rammstein y el hecho de deshacerme de esas etiquetas pueriles consiguió que rompiera todas las barreraspara de esa forma poder disfrutar de cualquier música que me guste o me inspire.

Hace unos años que dejé de ser “diabetico”, simplemente “tengo diabetes” cuando me da una hipoglucemia, cuando tardo un rato en comer porque tengo que calcular las raciones en una comida nueva o, ¿por qué no? cuando tengo que ir al centro de salud para recoger los insumos; de la misma forma que cuando me pongo un disco de Hendrix, soy rockero o me vuelvo flamenco con Camarón.

Pero de este discurso anti-etiquetas hay algo que me asusta. Y es que, no hace mucho, charlando con un colega sobre todo esto, ambos, que llevamos sistemas integrados, llegamos a una conclusión y es que “nos sentimos más cyborg que diabéticos” ya que gracias a la tecnología, le dedicamos menos tiempo a la diabetes y por tanto, “tenemos diabetes” durante muchísimo menos tiempo.

¿Será este el principio de una nueva etapa en mi vida, una etapa de transhumanismo ciberpunk al más puro estilo de Ghost in the Shell o Neuromante?

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HbA1c y diabetes: todo sobre el análisis de HbA1c

HBA1c

Guía sobre la HBA1c: todo sobre el análisis de HbA1c

HbA1c significa «glucohemoglobina», un marcador importante de los niveles de glucosa en sangre y de su control a largo plazo [1, 2].

Medir la concentración de HbA1c puede ayudar a diagnosticar la diabetes y la prediabetes [1]. Si ya te han diagnosticado diabetes, un análisis de HbA1c también puede ayudaros a ti y a tu equipo médico a controlar la enfermedad [3].

En esta guía, analizamos detenidamente qué es el análisis de HbA1c, cómo realizarlo, por qué es necesario para medir la concentración de HbA1c y qué diferencias existen entre el análisis de HbA1c y otras formas de monitorización de los niveles de glucosa en sangre.

¿Qué es la HbA1c?

El análisis de HbA1c también se conoce como análisis de A1C, análisis de la hemoglobina glicada o análisis de la hemoglobina A1c [2].

Mide la «glucohemoglobina», es decir, la hemoglobina «recubierta» de glucosa que circula por el torrente sanguíneo [2]. 

Una vez que la glucosa se obtiene de los alimentos y entra en el flujo sanguíneo, se une a la hemoglobina, que es la proteína que confiere a la sangre su característico color rojo brillante y cuya principal misión es transportar el oxígeno de los pulmones a todas las células del organismo [2].

El proceso de glicación es normal [1] y, como resultado del mismo, la glucosa se une a la hemoglobina [3].

Los niveles más elevados de glucosa en sangre se muestran en la superficie de la proteína hemoglobina [2]. El análisis de HbA1c mide el porcentaje de glóbulos rojos que tienen hemoglobina recubierta de glucosa [3]. 

Cuando mayor es el porcentaje, más glucosa hay en la sangre.

¿Qué es el análisis de HbA1c?

El análisis de HbA1c se utiliza para determinar si los niveles medios de glucosa en sangre se sitúan dentro del rango «normal» (es decir, de «no diabetes») o dentro del rango objetivo, para el tratamiento o el control de la diabetes [1, 2]. El análisis muestra una media del nivel de glucosa en sangre en los últimos 90 días [2]. 

El análisis de HbA1c se puede realizar cerca del paciente (es decir, en casa, en una farmacia, en una consulta médica general, en un hospital, etc.) o enviarse a un laboratorio [2, 4].

El análisis no requiere ninguna preparación especial, como ayuno. Conlleva la extracción de una muestra de sangre de un capilar sanguíneo por medio de punción digital o del brazo [3]. 

Todos los profesionales sanitarios que atienden a una persona con diabetes deben entender y saber interpretar un análisis de HbA1c, ya sea un médico, un profesional de enfermería o un farmacéutico [2, 3].

Concentración de HbA1c: ¿qué se considera un rango normal de HbA1c? 

Los resultados del análisis de HbA1c se sitúan normalmente dentro de los siguientes rangos [1]:

  • 4,0 %–5,6 %: rango normal o de no diabetes
  • 5,7 %–6,4 %: prediabetes 
  • 6,5 % o superior: diabetes

Si tienes prediabetes, cuanto mayor sea la concentración de HbA1c, mayor es el riesgo de que desarrolles diabetes de tipo 2 [3].

Por lo general, si tienes diabetes de tipo 2, tu equipo médico puede recomendarte mantener la concentración de HbA1c por debajo del 7 %, además de llevar un estilo de vida saludable [1, 5, 6]. 

Sin embargo, son varios los factores que intervienen para determinar tus objetivos personales de HbA1c [3, 6]. Por ejemplo, el objetivo de las personas propensas a la hipoglucemia, que ya han desarrollado complicaciones graves, o cuya diabetes ya es antigua, puede aumentar hasta menos del 8 % [5, 6].

Por el contrario, puede establecerse un límite más estricto inferior al 6,5 % para personas: 

  • cuya diabetes es reciente, 
  • que tienen diabetes de tipo 2 que se está tratando solo con modificaciones del estilo de vida o solo con metformina, 
  • que no tienen enfermedad cardiovascular importante, no tienen complicaciones y tienen una esperanza de vida prolongada [6].

Este límite también se puede prescribir si existe un riesgo bajo de hipoglucemia grave o de otros efectos secundarios del tratamiento [6].

El riesgo de hipoglucemia es mayor en el caso de la diabetes de tipo 1 [6], por lo que el establecimiento de un límite de HbA1c más bajo más estricto conlleva más riesgos. Aunque los distintos países y organizaciones internacionales no han alcanzado un consenso relativo al umbral que ayuda a evitar complicaciones, en general se recomienda establecer la concentración de HbA1c entre el 6,5 y el 7,5 %.

Sin embargo, algunas investigaciones nuevas indican que el riesgo de complicaciones se puede reducir al mínimo en la diabetes de tipo 1 manteniendo el «punto dulce» de HbA1c entre el 6,5 y el 6,9 % [7].

Beneficios de cumplir los objetivos de HbA1c

Los análisis de HbA1c pueden predecir y evitar hiperglucemia (o niveles elevados de glucosa en sangre) crónica, lo que ayuda a reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo [1].

Numerosos estudios han demostrado que el cumplimiento de los objetivos de HbA1c reduce el riesgo de desarrollar complicaciones microvasculares como la retinopatía, la neuropatía y la nefropatía en la diabetes de tipo 1 y de tipo 2 [2, 6].

El riesgo de infartos de miocardio, enfermedad cardiovascular y cardiopatía también es menor si se aplica el control glucémico [1, 6], especialmente a largo plazo [2].

Sin embargo, es importante que los profesionales sanitarios tengan en cuenta que, en el caso de algunos pacientes con diabetes de tipo 1, el riesgo de hipoglucemia grave puede superar los posibles beneficios del control glucémico estricto [6].

¿Con qué frecuencia se debe comprobar la concentración de HbA1c?

El análisis de A1C debe realizarse de forma rutinaria en todos los pacientes con diabetes, desde la evaluación inicial y posteriormente en el marco de la atención continuada de la diabetes [6].

Tan pronto como se diagnostica la diabetes, la concentración de HbA1c debe comprobarse aproximadamente cada tres meses para determinar si se han cumplido y se mantienen los objetivos glucémicos [5, 6]. 

En el caso de las personas con diabetes cuya medicación ha cambiado, los niveles de HbA1c también deben comprobarse cada tres meses [2].

En el caso de las personas con diabetes de tipo 1, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un control más frecuente que el de dos veces al año recomendado para la diabetes de tipo 2 [8].

Diferencia entre el análisis de HbA1c y la monitorización de la glucosa en sangre

Tanto el análisis de HbA1c como la monitorización de la glucosa en sangre se pueden utilizar para medir los niveles de glucosa en sangre, pero existen diferencias entre los dos tipos de análisis. 

El análisis de HbA1c puede proporcionar una lectura de los niveles medios de glucosa en sangre durante un período de 2-3 meses [1, 5], mientras que los análisis de los niveles de glucosa en sangre ofrecen una lectura en un momento concreto [1, 8].

Por lo tanto, la monitorización de los niveles de glucosa en sangre pueden captar las variaciones a corto plazo de la glucosa en sangre, algo que no consigue el análisis de HbA1c [3]. Por ejemplo, dos personas pueden tener una misma lectura de HbA1c, pero una de ellas puede experimentar picos y descensos bruscos de la glucosa en sangre [3].

La posibilidad de observar el modo en que la glucosa en sangre fluctúa a lo largo del día, y qué actividades o alimentos afectan a esta fluctuación, puede ayudar a tomar decisiones de tratamiento inmediatas, como la administración de insulina. También puede ayudar a evitar episodios de hiperglucemia (niveles de glucosa elevados) e hipoglucemia (niveles de glucosa bajos) [6].

Complicaciones derivadas de la diabetes

Por otro lado, el análisis de HbA1c está correlacionado con el riesgo de complicaciones derivadas de la diabetes a largo plazo, por lo que es una buena forma de monitorizar y controlar una enfermedad crónica como la diabetes [1,3].

Algunas investigaciones indican que el análisis de HbA1c es más preciso que la monitorización de la glucosa en sangre para predecir el riesgo de retinopatía, accidente cerebrovascular, cardiopatía y mortalidad por cualquier causa [9, 10]. Sin embargo, la OMS advierte que no existen pruebas claras de ello [9].

Diagnóstico de la diabetes

Para diagnosticar la diabetes, resulta más práctico fijarse en la concentración de HbA1c. No es necesario que ayunes para hacer el análisis, como ocurre con el análisis de glucemia en ayunas o la prueba oral de tolerancia a la glucosa [8, 9].

Sin embargo, algunos factores pueden hacer que el resultado del análisis de HbA1c sea menos preciso, como factores genéticos o algunas enfermedades como la malaria o algunas anemias [9]. También cabe señalar que, aunque los análisis de HbA1c resultan útiles y cómodos en comparación con las mediciones de la glucosa en plasma para el diagnóstico de la diabetes, estos primeros no están disponibles en muchos países [9].

La OMS también advierte que un único análisis de HbA1c no es suficiente para realizar un diagnóstico de diabetes y que se requiere un estudio más profundo de todos los grupos étnicos principales para determinar si las concentraciones de HbA1c predicen con precisión las complicaciones derivadas de la diabetes [9].

Tabla de conversión de HbA1c

Según Sherwani et al. (2016) [1], en la siguiente tabla de conversión se muestra el modo en que las concentraciones de HbA1c se correlacionan con los niveles medios de glucosa en sangre y con el riesgo de diabetes y de complicaciones relacionadas con la diabetes:

Tabla de conversión de HbA1c

Tabla de conversión de HbA1c

El análisis de HbA1c es una piedra angular del diagnóstico y el control de la diabetes [1, 3]. 

El análisis tiene ventajas y desventajas, pero, en general, la determinación de la glucohemoglobina representa una forma cómoda y precisa de medir los niveles de glucosa en sangre, y el rango de HbA1c es esencial para establecer el riesgo de diabetes y de complicaciones derivadas de la diabetes.

Fuentes

  1. [1] Sherwani, S. I., Khan, H. A., Ekhzaimy, A., Masood, A., & Sakharkar, M. K. “Significance of HbA1c test in diagnosis and prognosis of diabetic patients.” Biomarker Insights 2016:11 95–104 doi: 10.4137/BMI.S38440. https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.4137/BMI.S38440
  2. [2] Eyth, E., & Naik, R. “Hemoglobin A1C.” [Updated 2021 Apr 5]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK549816/
  3. “All About Your A1C.” Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Accessed March 3, 2022. https://www.cdc.gov/diabetes/managing/managing-blood-sugar/a1c.html
  4. “Definitions: Point of Care testing.” Department of Health, Australian Government. Accessed March 3, 2022. https://www1.health.gov.au/internet/publications/publishing.nsf/Content/qupp-review~qupp-definitions
  5. “Diabetes: Type 2 diabetes management.” World Health Organization (WHO) Package of Essential Noncommunicable Diseases (PEN). https://www.who.int/ncds/management/2.2_DIABETES_Type_2_management-WHOPEN.pdf
  6. ARG, T. “Glycemic Targets: Standards of Medical Care in Diabetes—2018.” American Diabetes Association, Diabetes Care 1 January 2018; 41 (Supplement_1): S55–S64. https://doi.org/10.2337/dc18-S006
  7. Lind M, Pivodic A, Svensson A, Ólafsdóttir A F, Wedel H, Ludvigsson J et al. “HbA1c level as a risk factor for retinopathy and nephropathy in children and adults with type 1 diabetes: Swedish population based cohort study.” BMJ 2019; 366:l4894 doi:10.1136/bmj.l4894
    https://www.bmj.com/content/366/bmj.l4894
  8. “Global report on diabetes.” World Health Organization, 2016. https://www.who.int/publications/i/item/9789241565257
  9. “Use of Glycated Haemoglobin (HbA1c) in the Diagnosis of Diabetes Mellitus: Abbreviated Report of a WHO Consultation.” (No. WHO/NMH/CHP/CPM/11.1). World Health Organization, 2011. https://www.who.int/diabetes/publications/report-hba1c_2011.pdf
  10. Johns Hopkins University Bloomberg School of Public Health. "Hemoglobin A1c outperforms fasting glucose for risk prediction." ScienceDaily. ScienceDaily, 10 March 2010. https://www.sciencedaily.com/releases/2010/03/100303192434.htm
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Niveles de glucosa en sangre: una guía

niveles de glucosa en sangre

Niveles de glucosa en sangre: una guía

El mantenimiento de los niveles óptimos de glucosa en sangre constituye una parte fundamental del control de la diabetes [1, 2]. 

El control y el mantenimiento de niveles de glucosa estables en la sangre, junto con otros cambios en el estilo de vida, como una alimentación saludable, la práctica de ejercicio físico o el mantenimiento de un peso saludable, son esenciales para la atención de la diabetes y la calidad de vida [1, 2]. 

A continuación, te ofrecemos una guía en la que se explica por qué es tan importante controlar la glucosa en sangre.

¿Qué son los niveles de glucosa en sangre

La glucosa en sangre es la principal fuente de energía de las células de tu organismo [2, 3] y se crea al metabolizar los carbohidratos de la dieta [3]. Esta glucosa se utiliza de inmediato o se almacena en el hígado y los músculos para su uso posterior [3].

Después de comer, los alimentos se digieren y se absorben en el intestino delgado, lo que provoca un aumento de los niveles de glucosa en sangre [2]. Cuando ayunamos, estos niveles descienden y el hígado ayuda a mantener un nivel de glucosa óptimo en el organismo fabricando su propia glucosa [2]. En ambos casos, el páncreas debe segregar la hormona insulina, que es necesaria para que la glucosa entre en las células y estas la conviertan en energía [2]. 

En la diabetes, existe una producción insuficiente de insulina (diabetes de tipo 1) o un aumento de la resistencia a la insulina (diabetes de tipo 2) [4]; en ambos casos, esto interfiere en la capacidad para mantener niveles óptimos de glucosa en sangre. Por tanto, es fundamental entender y monitorizar los rangos de glucosa en sangre para controlar todos los tipos de diabetes. 

¿Por qué es importante mantener niveles óptimos de glucosa en sangre?

Las personas con diabetes sufren riesgo de complicaciones. Estas complicaciones pueden dividirse en dos tipos: microvasculares y macrovasculares [4].

La investigación revela que controlar los niveles de glucosa en sangre puede reducir el riesgo de sufrir complicaciones microvasculares, es decir, enfermedades que pueden afectar a los vasos sanguíneos pequeños [1, 4, 5]. 

Las complicaciones microvasculares incluyen:

  • retinopatía diabética o complicaciones que dañan los ojos y pueden ocasionar incluso ceguera [4]
  • neuropatía diabética o complicaciones que dañan el sistema nervioso, como pie diabético, que puede dar lugar a la amputación [4]
  • nefropatía diabética, o enfermedades que afectan a los riñones y el sistema renal, como la insuficiencia renal crónica [4] 

Las complicaciones macrovasculares incluyen:

  • enfermedad cardiovascular [4]
  • accidente cerebrovascular [4]
  • arteriopatía periférica, que puede ocasionar cardenales o lesiones que no sanan y, en última instancia, amputación [4].

Un buen control glucémico también puede prevenir algunas de estas complicaciones, como infartos de miocardio [5], aunque la evidencia aquí es menos clara que en el caso de las complicaciones microvasculares [1, 4].

Sin embargo, un esfuerzo combinado para mantener niveles de glucosa en sangre, niveles de colesterol y niveles de presión sanguínea óptimos puede dar lugar a resultados más favorables y minimizar el riesgo general de sufrir complicaciones asociadas a la diabetes [4]. 

Niveles altos de glucosa en sangre e hiperglucemia 

Una lectura de glucosa en sangre superior a 140 mg/dl se considera hiperglucemia [6].

La hiperglucemia puede estar causada por diversos factores, pero en el caso de la diabetes, se produce cuando el organismo no tiene insulina suficiente o la insulina no se utiliza correctamente [6, 7].

La hiperglucemia puede provocar síntomas como una necesidad frecuente de orinar, la sensación de tener mucha sed, fatiga, visión borrosa e infecciones recurrentes [1].

La hiperglucemia no tratada puede ocasionar complicaciones, algunas de ellas potencialmente mortales. 

Entre ellas se incluyen cardiopatías, accidente cerebrovascular, vasculopatía periférica, nefropatía y enfermedad ocular, síndrome metabólico y neuropatía [7].

Niveles bajos de glucosa en sangre e hipoglucemia 

La hipoglucemia suele definirse como un nivel de glucosa en sangre inferior a 70 mg/dl [8, 9, 10].

En la diabetes, puede presentarse como un efecto secundario de tomar insulina y otros fármacos que elevan el nivel de insulina (p. ej. sulfonilureas o meglitinidas, y ocasionalmente metformina) [9, 11]. También puede estar ocasionada por no consumir carbohidratos suficientes, ayunar, practicar ejercicio físico intenso, beber demasiado alcohol sin tomar alimentos suficientes o estar enfermo [9]. Las enfermedades graves, como la hepatopatía o la nefropatía pueden dar lugar a hipoglucemia [11].

Los síntomas de hipoglucemia incluyen sensación de debilidad, cansancio, hambre, irritabilidad o confusión, y sensación de mareo o aturdimiento [9]. Además, puedes sentir taquicardia o sentir que no piensas o hablas con claridad [9].

La hipoglucemia grave puede provocar convulsiones, pérdida de consciencia, coma e incluso la muerte [9]. Otras complicaciones a corto y largo plazo son insensibilidad a la hipoglucemia, daños neurológicos, traumatismo y acontecimientos cardiovasculares, como angina de pecho e infarto de miocardio [9].

Niveles normales de glucosa en sangre

La Organización Mundial de la Salud (OMS) [10] y la American Diabetes Association (ADA) [12] definen los niveles de glucosa en sangre para adultos de 18 años en adelante del siguiente modo:

  • los niveles normales de glucosa en sangre en ayunas (es decir, antes de desayunar y sin haber comida nada en las 8 horas anteriores) se sitúan entre 70 mg/dl y 100 mg/dl
  • una glucosa en sangre en ayunas entre 100 y 125 mg/dl indica que se requieren cambios en el estilo de vida y en el control de los niveles de glucosa en sangre. Según la ADA, esto constituye prediabetes 
  • una glucosa en sangre en ayunas de 126 mg/dl o superior en dos pruebas distintas indica un diagnóstico de diabetes 

Los objetivos de glucosa en sangre pueden variar de unas personas a otras, en función de diversos factores como [13];

  • duración de la diabetes
  • edad o esperanza de vida
  • enfermedades que una persona puede tener
  • enfermedad cardiovascular y otras complicaciones asociadas a la diabetes
  • insensibilidad a la hipoglucemia
  • otras consideraciones individuales del paciente

Para niños y adolescentes con diabetes de tipo 1, los niveles recomendados de glucosa en sangre en ayunas son entre 90130 mg/dl [14]. Las concentraciones de A1C deben ser inferiores al 7,5 %, y los niveles de glucosa en sangre después de las comidas deben medirse cuando exista una discrepancia entre los valores de glucosa en sangre en ayunas y las concentraciones de A1C [14]. 

Ten en cuenta que estas son solo directrices. Un elemento clave del control de la glucosa en sangre es que los objetivos deben individualizarse en función de un análisis de riesgos y beneficios realizado por ti y por tu equipo médico [1, 5, 14]. 

Comprobación de los niveles de glucosa en sangre

Existen varias formas de comprobar los niveles de glucosa en sangre. Puedes hacerlo tú mismo o tu equipo médico puede recomendar una serie de análisis específicos. 

El autocontrol se puede realizar utilizando [8, 9, 12, 14]: 

  • Un glucómetro: básicamente una prueba de punción digital
  • Sistemas de monitorización continua de glucosa (MCG)
  • Sistemas de monitorización flash de glucosa (denominados a veces «dispositivos de monitorización intermitente de glucosa»)

Tu equipo médico también podrá comprobar tus niveles de glucosa en sangre, especialmente para diagnosticar diabetes. Estas pruebas incluyen [12, 15]:

  • el análisis de HbA1C, también conocida como prueba de glucohemoglobina 
  • el análisis de glucemia en ayunas
  • el análisis de glucemia aleatorio
  • la prueba oral de tolerancia a la glucosa [12]

Comprobar los niveles de glucosa en sangre es esencial para diagnosticar la diabetes sin demora, controlar la enfermedad y prevenir complicaciones potencialmente mortales [15].

El mantenimiento de niveles óptimos de glucosa en sangre es fundamental para el cuidado y el autocontrol de la diabetes. Controlar los niveles de glucosa en sangre por medio de pruebas rigurosas puede ayudar a evitar complicaciones microvasculares y macrovasculares, prevenir la hipoglucemia y la hiperglucemia, y mantener la calidad de vida de las personas con diabetes.

Fuentes

  1. Davies, M. J., D’Alessio, D. A., Fradkin, J., Kernan, W. N., Mathieu, C., Mingrone, G., ... & Buse, J. B. (2018). Management of hyperglycaemia in type 2 diabetes, 2018. A consensus report by the American Diabetes Association (ADA) and the European Association for the Study of Diabetes (EASD). Diabetologia, 61(12), 2461-2498. https://link.springer.com/article/10.1007/s00125-018-4729-5
  2. “Blood glucose” topic overview, Science Direct, accessed February 26, 2022. https://www.sciencedirect.com/topics/agricultural-and-biological-sciences/blood-glucose
  3. “Carbohydrates,” Medline Plus, National Institutes of Health National Library of Medicine, accessed February 26, 2022.
    https://medlineplus.gov/carbohydrates.html
  4. Deshpande, A. D., Harris-Hayes, M., & Schootman, M. (2008). Epidemiology of diabetes and diabetes-related complications. Physical therapy, 88(11), 1254-1264. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3870323/
  5. Letters to the Editor, Glycemic Control Is an Important Consideration in Diabetes Care, Am Fam Physician. 2014 Oct 15;90(8):524-526. https://www.aafp.org/afp/2014/1015/p524.html
  6. “Hyperglycemia and hypoglycemia in type 1 diabetes,” InformedHealth.org [Internet]. Cologne, Germany: Institute for Quality and Efficiency in Health Care (IQWiG); 2006. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK279340/
  7. Mouri MI, Badireddy M. hyperglycaemia. [Updated 2021 May 10]. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan-. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK430900/
  8. “Hypoglycaemia (Low Blood sugar),” American Diabetes Association, accessed February 26, 2022. https://www.diabetes.org/healthy-living/medication-treatments/blood-glucose-testing-and-control/hypoglycemia
  9. “Low Blood Glucose (hypoglycaemia),” National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, U.S. Department of Health and Human Services, accessed February 26, 2022. https://www.niddk.nih.gov/health-information/diabetes/overview/preventing-problems/low-blood-glucose-hypoglycemia
  10. World Health Organization, “Mean fasting blood glucose,” accessed February 26, 2022. https://www.who.int/data/gho/indicator-metadata-registry/imr-details/2380
  11. Shafiee, G., Mohajeri-Tehrani, M., Pajouhi, M., & Larijani, B. (2012). The importance of hypoglycemia in diabetic patients. Journal of Diabetes & Metabolic Disorders, 11(1), 1-7. https://link.springer.com/article/10.1186/2251-6581-11-17
  12. “Understanding A1C Diagnosis,” American Diabetes Association, accessed February 26, 2022. https://www.diabetes.org/diabetes/a1c/diagnosis
  13. “The Big Picture: Checking Your Blood Sugar,” American Diabetes Association, accessed February 26, 2022. https://www.diabetes.org/healthy-living/medication-treatments/blood-glucose-testing-and-control/checking-your-blood-sugar
  14. American Diabetes Association; 13. Children and Adolescents: Standards of Medical Care in Diabetes—2019. Diabetes Care 1 January 2019; 42 (Supplement_1): S148–S164.
    https://doi.org/10.2337/dc19-S013
  15. “Diabetes Tests & Diagnosis,” National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, U.S. Department of Health and Human Services, accessed February 26, 2022. https://www.niddk.nih.gov/health-information/diabetes/overview/tests-diagnosis
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Por primera vez en mi vida con diabetes

Como cambio mi vida la diabetes

Por primera vez en mi vida con diabetes

Hoy Óscar López de Briñas (Reflexiones de un Jedi Azucarado) echa la vista atrás para comprobar cómo los adelantos en diabetes han ido cambiando su vida desde que le diagnosticaron diabetes.

El mes que viene en junio de 2022 cumpliré un año más con diabetes. Un “cumpleaños diabético”. Esa efeméride que casi todos recordamos cuando llega (pero por supuesto no celebramos) y que inevitablemente nos hace recordar, enviándonos al pasado de nuestro diagnóstico (que no “debut”, palabra que como sabéis odio por inadecuada). Y recordamos aquellos primeros momentos. Confusos, convulsos, llenos de emociones, lloros, estrés y una intensa sensación de que desde ese momento, nuestra vida había cambiado para siempre. Con el tiempo y el aprendizaje, la calma llega y los muros se derriban. Haces de todo, comes de todo, vives como todos… aunque con algunas diferencias. Prevemos, calculamos, planificamos cada paso. Somos calculadoras humanas porque la diabetes así lo exige. Y es una tarea agotadora. Ahora hacemos todo lo que queremos, pero no salimos de casa sin un sensor, un medidor capilar, una pluma de insulina, una bomba de infusión, unos azucarillos o pastillas de glucosa… Tenemos al día una serie de procedimientos, rutinas, obligaciones que no tiene alguien sin diabetes. Y por todo eso, como decía más arriba, el desgaste mental es alto. Y cualquier pequeño avance que suponga una mejora en la calidad de vida es muy bien recibido por nosotros. 

Y cuando cada año llegamos a nuestro “cumpleaños diabético”, echamos la vista atrás casi sin quererlo. Yo, que este año cumplo 36 años con Ella, recuerdo ya muchas cosas que han pasado por mi vida. Ha habido multitud de pequeños avances que me han ido dando esa calidad de vida a la que me refería arriba. Disponer de una pluma de insulina en lugar de tener que moverme con viales y jeringuillas… tener un medidor capilar en lugar de medirme la glucosa en orina… poder conocer la glucemia en todo momento con un sensor… ha habido muchas mejoras que nos han permitido ganar un poquito más de calidad de vida. Un poquito, otro poquito más, y otro más… Pero si tengo que elegir un avance que verdaderamente implique una mejora de calidad de vida en estos 36 años con diabetes es el de los nuevos sistemas bomba-sensor con algoritmos.

Ya lo he contado en mi blog, pero la sensación de poder relajarme un poco con mi diabetes no la había experimentado nunca en mis 36 años con Ella hasta que probé estos sistemas. Aunque aún están empezando, tienen mucho camino por recorrer, sus algoritmos deben mejorar y perfeccionarse… Lo sé. Pero a día de hoy lo que permiten ya es algo increíble: y notas que te preocupas menos por tu diabetes. Si antes yo al día tenía que tomar muchas decisiones, con mi sistema ahora tengo que decidir mucho menos porque él decide por mi. No tener que estar preocupado y actuando constantemente para mantener la glucemia basal en rango… no tener que preocuparme por las noches porque el sistema lo hará por mi… no tener que preocuparme por controlar una posible bajada porque el sistema actuará con antelación… Son una serie de decisiones que ya no tengo que tomar y eso me supone una mejora enorme de calidad de vida; de relajación, de paz. Ya lo he dicho en el blog y en mis charlas de diabetes en más de una ocasión: en mis 36 años con diabetes nunca había sentido una mejora de calidad de vida como la que he sentido con estos sistemas. No había tenido nunca un nivel de relajación como el que tengo ahora. Lógicamente no es una desconexión total de Ella, pero sí una rebaja importante de atención. Aunque tengo que seguir tomando decisiones y estar vigilante, la situación es bastante diferente. Si te quitan una carga de trabajo, todo es mucho más fácil de gestionar. Y esa es para mi la gran ventaja de los nuevos sistemas bomba-sensor con algoritmos: ellos se encargan de parte del trabajo que antes era todo para ti.

Este mes de junio cumpliré 36 años con Ella. Y por primera vez en mi vida con diabetes, creo que incluso hasta lo celebraré. Porque me siento más libre, más relajado, más capaz de controlarlo todo al haber dejado parte del trabajo a este sistema. Hace años que monté el blog “Reflexiones de un Jedi Azucarado” porque ya tenía claro desde antes que hasta que la ciencia lo logre, la tecnología era la que nos iba a cambiar la vida con diabetes. Y ya lo está haciendo. Ya estamos viviendo ese cambio. Y el panorama sigue evolucionando. En los próximos cinco años vamos a conocer grandes mejoras en estos sistemas. Súbete al tren de la tecnología, porque va muy, muy rápido y te va a mejorar la vida con diabetes…

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Cómo evitar las hipoglucemias al hacer ejercicio

Cómo evitar las hipoglucemias al hacer ejercicio

Cómo evitar las hipoglucemias al hacer ejercicio

El ejercicio es, junto a la correcta alimentación, una de las claves para controlar la diabetes. No sólo nos ayuda a mantenernos en nuestro peso, mejorar la circulación, o regular nuestro metabolismo. También aumenta la sensibilidad a la insulina y reduce los niveles de glucosa, de forma que disminuye la necesidad de la hormona en nuestro cuerpo.

Sin embargo, debemos mantener bajo control ese descenso de glucosa que nos produce el ejercicio, para evitar una posible hipoglucemia. La actividad física tiene capacidad de reducir los niveles de glucosa hasta 24 horas después de ejercitarnos, por lo que es importante vigilar nuestro cuerpo para adelantarnos a un descenso excesivo de nuestros niveles de glucosa.

Pero, ¿cómo controlar estos descensos? Lo ideal es contar con un sistema de asa cerrada, que nos permita ajustar las dosis de insulina según la tendencia de los niveles de glucosa, y nos avise con una alarma si aún así los niveles caen demasiado bajo.

Pero también hay otros consejos que nos ayudarán a mantenernos lejos de las hiperglucemias. El primero y más evidente es no comenzar el ejercicio si ya estamos en niveles demasiado bajos o detectamos la presencia de cuerpos cetónicos. Si es el caso, tocará retrasar la actividad unas horas o incluso pasarla al próximo día.

Si los niveles no son especialmente bajos, subirlos un poco antes de la actividad puede ser suficiente. Como con cualquier asunto relacionado con la diabetes el ejercicio, las recomendaciones de tu médico son la guía a seguir en estas situaciones.

Para no llegar al ejercicio bajos, si sabemos que vamos a hacer ejercicio, podemos disminuir la administración de insulina tras la última comida previa. ¿Cuánto la disminuimos? Nuevamente, vuestro médico os dará una guía, que podréis ajustar a medida que tengáis experiencia.

Una vez comenzado el ejercicio, si éste es corto y no es intenso, bastaría con controlar los niveles de glucosa justo antes, y justo después.

Por contra, si es un ejercicio largo, deberemos controlar los niveles en uno o varios puntos intermedios, e incluso consumir hidratos rápidos si es necesario.

Pero, como hemos dicho, las bajadas de glucosa también pueden producirse tras la actividad. A medida que repitamos entrenamientos iremos aprendiendo cómo responde nuestro cuerpo a ellos. Pero, por muy confiados que estemos al conocer nuestro cuerpo, siempre nos haremos un control justo antes de ir a dormir, para prevenir una hipoglucemia nocturna. Y, claro, ¡no nos saltaremos la cena si hemos hecho ejercicio!

Básicamente todo lo que tenemos que hacer es mantener el control de nuestros niveles glucémicos, para detectar si éstos están en descenso, y evitar así ningún problema.

Un sencillo cuidado que nos permitirá disfrutar de todas los beneficios del deporte para nuestra salud.

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Hidratos de carbono: ¿cuáles escoger?

Hidratos de carbono y diabetes

Hidratos de carbono: ¿cuáles escoger?

Hoy Noelia Herrero (Dulces Diabéticos) nos habla de la importancia de los hidratos, y de cómo valorar cuáles deben incluirse en nuestra dieta.

Cuando tenemos diabetes, sabemos que debemos restringir el consumo de azúcares, y por tanto también de hidratos de carbono. Pero, ¿en qué medida debemos restringirlos? ¿Hay que eliminarlos?

Funciones de los hidratos de carbono

Estamos habituados a leer información sobre estas restricciones, pero la realidad es que los hidratos de carbono son un macronutriente (como las proteínas y las grasas), y los necesitamos en una cantidad importante. Esto se debe a que la principal función de los carbohidratos es la de proporcionar energía: son nuestro combustible. Si no tenemos una cantidad suficiente de hidratos de carbono, no podemos proporcionar glucosa y energía a las células.

De manera más secundaria, los carbohidratos también tienen funciones estructurales (forman parte de algunas membranas celulares) y reguladoras (por ejemplo, como receptores para algunas hormonas).

Por todo esto, lo habitual es que los hidratos de carbono representan alrededor de un 55% del total de las calorías que ingerimos, aunque hoy en día existen dietas que los reducen a un 40% o incluso algo menos, como veremos más adelante.

Absorción rápida y absorción lenta

Aunque existen más maneras de clasificar los hidratos de carbono, por ejemplo según su estructura, una de las maneras más habituales de clasificarlos en nutrición es según su velocidad de absorción: carbohidratos complejos o lentos y carbohidratos simples o de absorción rápida.

  • Hidratos de carbono complejos o lentos. Son todos los que digerimos y absorbemos lentamente. Tienen un índice glucémico bajo, con lo que la glucosa que nos proporcionan se absorbe y propaga de manera gradual en la sangre, con lo que el “pico” de glucosa en sangre es menor. Son los polisacáridos y los hidratos de carbono ricos en fibra.
  • Hidratos de carbono simples o rápidos. Son los monosacáridos (glucosa, fructosa) y los disacáridos (sacarosa, maltosa, lactosa, etc). Los que contienen glucosa provocan picos de glucemia elevados y repentinos, con lo que también necesitamos secretar una mayor cantidad de insulina al ingerirlos. La fructosa y la maltosa no provocan estos picos porque su metabolismo es más lento.

Por poner un ejemplo clásico de alimento rico en carbohidratos, el pan, si pensamos en un pan blanco (hecho con harina de trigo refinada) estaríamos hablando de un alimento rico en hidratos simples, mientras que si hablamos de un pan 100% integral, de espelta o centeno, por ejemplo, será un pan con hidratos de carbono complejos y que por tanto afectará menos a nuestra glucemia. Es decir, que además de tener en cuenta la cantidad de hidratos que consumimos (con el conteo de raciones, por ejemplo), también es muy importante tener en cuenta el tipo de hidratos que estamos ingiriendo.

Por eso son tan relevantes ya las soluciones tecnológicas como los páncreas artificiales, en especial los sistemas de asa cerrada, porque son capaces de monitorear de manera continua los cambios que se producen en nuestro organismo a partir por ejemplo de los alimentos que ingerimos (no es lo mismo, como hemos visto, ingerir 20g de carbohidratos simples que complejos) e ir recalculando con estos datos la cantidad de insulina que hay que suministrar.

Dietas lowcarb y dietas keto

Sabiendo todo esto, cada vez están más de moda las dietas que restringen la cantidad de hidratos de carbono que ingerimos.

Las dietas lowcarb son dietas que reducen la cantidad de hidratos de carbono a un 30-40% del total de la energía consumida, y siempre con el objetivo de priorizar los carbohidratos de mayor calidad (los lentos, que comentábamos antes).

Las dietas keto, en cambio, se basan en la formación de cuerpos cetónicos (de ahí la palabra, keto, ceto) que se generan cuando a nuestro organismo le falta glucosa. Estos cuerpos cetónicos son lo que se usa entonces para generar energía.

Estas dietas, entonces, restringen al máximo la ingesta de cualquier tipo de hidrato de carbono, incluyendo frutas y verduras.

Por las restricciones que conllevan, ambos tipos de dieta (y en especial las dietas keto) son muy difíciles de mantener de manera prolongada en el tiempo. Es muy importante recordar que cualquier tipo de dieta debe incorporarse con la ayuda y supervisión de un especialista, jamás por nuestra propia cuenta.

Como conclusión y cierre de todo lo anteriormente comentado, me gustaría dejar claro que no hay que eliminar los hidratos de carbono de nuestra dieta, sino escoger mejor la procedencia y el tipo de carbohidratos que consumimos.

 

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La pluma de insulina: cómo usar la insulina para controlar la diabetes

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La pluma de insulina: cómo usar la insulina para controlar la diabetes

Si te han diagnosticado diabetes recientemente, o cuidas a alguien que la tiene, puede que tengas algunas preguntas sobre cómo controlarla. Una de las más importantes podría ser cómo administrar la insulina que te han recetado para la diabetes. 

Todos los pacientes con diabetes de tipo 1 necesitan insulina [1]. Una forma tradicional de administrarla es a través de una aguja y una jeringa [1]. Las agujas y las jeringas pueden tener algunas limitaciones, como la imprecisión de las dosis administradas, el tiempo y la práctica necesarios, y los efectos psicológicos derivados de su uso, así como dificultades para transportar el equipo necesario [1, 2].

En este artículo, analizaremos otro método de autoadministración de la insulina, la pluma de insulina.

¿Qué es una pluma de insulina?

Una pluma de insulina es una alternativa a las jeringas y las agujas para la autoadministración de insulina [1, 2]. La primera pluma de insulina se comercializó en 1985 [1]. 

En comparación con las agujas y las jeringas, las plumas de insulina son más flexibles [1, 2, 3], permiten administrar dosis más precisas de insulina [1, 2, 3] y son más discretas [1]. Las plumas de insulina suelen ser mucho más fáciles de usar que una aguja y una jeringa [4], por lo que son ideales para las personas con una destreza limitada [3], niños [2] y personas mayores [2].

Algunas plumas de insulina nuevas te permiten guardar un registro de las dosis de insulina y las horas para ayudarte a entender cómo estás controlando la diabetes [1, 5].

Existen pruebas de que el uso de una pluma de insulina puede mejorar el control de la glucosa en sangre [1, 4].

¿Cómo funciona una pluma de insulina?

Una pluma de insulina es un producto farmacéutico que consta de tres componentes: una aguja corta desechable, un cartucho de insulina y un ajustador de dosis de «un clic por unidad» [1]. 

La pluma de insulina te permite autoinyectarte una cantidad calculada de insulina, utilizando el selector situado en un extremo [6]. La insulina se administra en el tejido subcutáneo [7], donde actúa para reducir los niveles de glucosa en sangre [1].

Las plumas inteligentes modernas pueden registrar la hora y la cantidad de cada dosis de insulina, muestran la última dosis administrada, y transmiten la información a una aplicación móvil especial (que puedes tener en tu móvil) a través de Bluetooth [7]. Este uso puede proporcionar un control eficiente y una buena gestión de los datos [1], además de permitir a los usuarios compartir datos con profesionales sanitarios [7].

¿Qué pasos hay que seguir para usar una pluma de insulina?

Cuando empieces a usar una pluma de insulina, te indicarán cómo hacerlo correctamente. 

Hay que seguir varios pasos para aplicar la inyección [6]:

  1. Acopla una aguja nueva a la pluma

  2. Purga la pluma para garantizar una inyección precisa y eliminar el aire (lo que se denomina una «prueba de seguridad»), seleccionando dos unidades y liberándolas al aire.

  3. Selecciona la dosis de insulina necesaria con el selector

  4. Presiona el botón de la pluma para inyectar la dosis, manteniendo la aguja en la piel durante 5-10 segundos (el tiempo puede variar en función de las plumas)

  5. Retira la aguja inmediatamente después de administrar la dosis y deséchala de forma segura

Si cambias de una pluma de insulina a otra, es importante comprobar si el procedimiento es el mismo para las dos [6].

¿Qué tipos de pluma de insulina existen?

Aunque las plumas de insulina se presentan en muchas formas y tamaños distintos, existen dos opciones principales: plumas prerrellenadas desechables y plumas rellenables reutilizables [6].

Una pluma de insulina desechable es un dispositivo que contiene un cartucho de insulina prerrellenado [1]. Una vez agotadas todas los dosis de la pluma desechable, esta se tira [1].

Por el contrario, las plumas de insulina reutilizables no incorporan un cartucho de insulina fijo [1]. Una vez agotado el cartucho de insulina, este se sustituye por otro [1]. Los cartuchos de insulina son específicos del tipo de pluma y no se pueden usar en distintos modelos [3].

El uso de cada tipo de pluma de insulina comporta sus beneficios. Las plumas prerrellenadas desechables suelen ser más ligeras, pequeñas y fáciles de usar, ya que no es necesario cargar cartuchos de insulina nuevos [6]. Sin embargo, algunos tipos de plumas rellenables tienen determinadas características, como una función de memoria, de las que no disponen las plumas prerrellenadas [6].

Si estás pensando en usar una pluma de insulina para controlar la diabetes, pregunta a tu equipo médico sobre la más idónea para ti, ellos te orientarán. 

¿En qué se diferencian las plumas de insulina y las bombas de insulina?

Una bomba de insulina emplea un método distinto para administrar la insulina y controlar la diabetes [7, 8].

La pluma de insulina se utiliza para administrar dosis de insulina intermitentes [7]. Una bomba de insulina proporciona una infusión continua de insulina (la tasa basal), que puede complementarse con una dosis extra de insulina a las horas de las comidas o para controlar un nivel elevado de glucosa (una dosis en bolo) [7, 8].

Componentes de una bomba de insulina

Aunque la apariencia y el tamaño de cada modelo de bomba son diferentes, los componentes básicos son los mismos [8]. 

La bomba alberga una reserva de insulina llamada depósito [8]. Desde este depósito se administra la infusión de insulina. El depósito está acoplado a una línea de suministro que se conecta a una pequeña aguja en la piel, llamada cánula [8]. 

El depósito, la línea y la cánula son desechables y deben cambiarse cada tres días [8].

La bomba puede incorporar múltiples funciones que ayudan al usuario a controlar la diabetes, como varios ajustes de la tasa de insulina y diferentes perfiles para circunstancias distintas (p. ej., ejercicio o enfermedad) [7]. Los estudios revelan que las personas que utilizan una bomba de insulina controlan mejor la glucosa en sangre que los que se aplican múltiples inyecciones diarias [8]. 

Pros y contras de las bombas de insulina frente a las plumas de insulina

Si te acaban de diagnosticar diabetes, puede que no sepas qué tratamiento con insulina es mejor para responder a tus necesidades. Algunos de los siguientes puntos pueden ayudarte a elegir entre una bomba o una pluma de insulina.

He aquí algunas de las ventajas y los inconvenientes de las plumas y de las bombas de insulina [1, 8].

Pluma de insulina: ventajas

  • Discreta y fácil de llevar

  • Administración de insulina eficiente, precisa y cómoda 

  • Fácil de inyectar

  • Flexible, gracias a las opciones desechables y reutilizables

  • Rentabilidad a largo plazo

Pluma de insulina: inconvenientes

  • Más caras que las jeringas en algunos países (con ingresos bajos)

  • Más caras que las jeringas la primera vez

  • No permiten mezclar distintos tipos de insulina

  • Dosis bajas

  • Un error del usuario puede afectar negativamente al funcionamiento de la pluma y la administración de la dosis

Bomba de insulina: ventajas

  • Imita mejor la forma en que el páncreas libera la insulina

  • Garantiza la administración continua de la insulina

  • Flexibilidad en el estilo de vida

  • Se puede integrar en un sistema de monitorización continua de glucosa (MCG)

  • Puede tener funciones que ayudan a prevenir la hipoglucemia

Bomba de insulina: inconvenientes

  • Dispositivo acoplado siempre al cuerpo

  • Los problemas técnicos y de seguridad, como una avería del dispositivo, pueden ocasionar complicaciones

  • Puede causar infección o irritación en el lugar de colocación de la cánula

  • Requiere más formación para usar el dispositivo

  • Es más costosa

A la hora de elegir un dispositivo de administración de insulina, se tendrán en cuenta tus necesidades individuales específicas [2]. Tu equipo médico hablará de ello contigo.

Uso de una pluma de insulina para controlar la diabetes

Las plumas de insulina son dispositivos que ayudan a controlar la diabetes por medio de la administración de inyecciones de insulina [1]. Permiten administrar la insulina de una forma sencilla y precisa para controlar la diabetes [1]. Algunos estudios demuestran que las plumas de insulina pueden mejorar el control de la glucosa en sangre en comparación con el uso de una aguja y una jeringa [4].

Las plumas de insulina no son el único método de administración de tu medicación. También se utilizan bombas de insulina para controlar la diabetes [7, 8]. Aunque no existen pruebas de que una bomba de insulina controle mejor la diabetes que múltiples inyecciones diarias [8], si cuenta con una serie de ventajas [8]. 

Solo tú, en consulta con tu equipo médico, puede decidir la mejor opción para controlar tu diabetes.

Fuentes:

  1. Kesavadev, J., Saboo, B., Krishna, M.B. et al. “Evolution of Insulin Delivery Devices: From Syringes, Pens, and Pumps to DIY Artificial Pancreas.” Diabetes Ther 2020; 11: 1251–1269. https://doi.org/10.1007/s13300-020-00831-z
  2. Spollett, G.R. “Improved Disposable Insulin Pen Devices Provide an Alternative to Vials and Syringes for Insulin Administration.” Diabetes Spectr 2012; 25 (2): 117–122. https://doi.org/10.2337/diaspect.25.2.117
  3. Thurman JE. “Analysis of insulin pen devices for the treatment of diabetes mellitus.” J Diabetes Sci Technol. 2008; 2(3): 482-483. doi:10.1177/193229680800200319
  4. Singh, R., Samuel, C. & Jacob, J. “A Comparison of Insulin Pen Devices and Disposable Plastic Syringes – Simplicity, Safety, Convenience and Cost Differences.” European Endocrinology. 2018; 14(1): 47–51 DOI: https://doi.org/10.17925/EE.2018.14.1.47
  5. Pearson, T. “A Practical Review Of Insulin Pen Devices”. EMJ Diabet. 2014 [2]: 58-64.
  6. Pearson T. “Practical Aspects of Insulin Pen Devices.” Journal of Diabetes Science and Technology. 2010; 4(3): 522-531. doi:10.1177/193229681000400304
  7. Dovc, K. & Battelino, T. “Evolution of Diabetes Technology.” Endocrinology and Metabolism Clinics of North America, 2020; 49(1), 1-18. https://doi.org/10.1016/j.ecl.2019.10.009.
  8. Paldus B, Lee MH, O'Neal DN. “Insulin pumps in general practice.” Aust Prescr. 2018;41(6):186-190. doi:10.18773/austprescr.2018.056
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